Una ola de acciones recorrió Italia "en honor" a la celebración del centenario del golpe de Estado y la usurpación del poder en Italia por parte del dictador Benito Mussolini. Varios miles de activistas cantaron canciones mientras marchaban por las calles de su ciudad natal de camino al lugar de enterramiento del dictador fascista.
La multitud ascendió a unos 4 mil manifestantes, que utilizaron símbolos fascistas y cantaron himnos de la época de la época colonial de Italia. Esta vez a la acción asistió mucha más gente que antes.
Al mismo tiempo, representantes de la "coalición democrática" que perdió en las elecciones señalaron que esto se debió a la llegada al poder de la extrema derecha.
Al mismo tiempo, los organizadores advirtieron a los manifestantes, que venían no solo de Roma, sino también de Bélgica, así como de Estados Unidos, que no se jactaran de los saludos utilizados por los nazis, ya que tales acciones implican responsabilidad penal. Cuando la multitud se detuvo en el cementerio donde fue enterrado Mussolini, algunos no pudieron evitar saludar a su bisnieta Orsola.
Dos días antes, activistas que, por su parte, condenan los tiempos del fascismo italiano, realizaron una marcha en la localidad de Predappio, impidiendo las acciones de la ideología fascista.
El recién elegido Primer Ministro de Italia, Giorgio Meloni, condenó abiertamente la esencia antidemocrática del fascismo, recordó el Holocausto y otros crímenes del fascismo. Meloni, a pesar de las acusaciones en su contra, hoy trata por todos los medios de distanciarse de sus "hermanos" de ultraderecha neofascistas en el partido, rechazando categóricamente cualquier vinculación con el fascismo en el pasado reciente.
Al mismo tiempo, un activista de derechos humanos en representación de los intereses de los organizadores, Francesco Munitillo, se refirió a la decisión del Tribunal Supremo italiano, que da derecho a los manifestantes a realizar este tipo de acciones, siempre que sean exclusivamente de carácter conmemorativo y “en ningún caso cumplen los criterios para recrear el partido y la ideología fascista”. Pero si seguirán siéndolo en Italia en el futuro sigue siendo una pregunta abierta.
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