Escrito por Alasdair Macleod vĆa GoldMoney.com,
Miraremos hacia atrĆ”s en los eventos actuales y nos daremos cuenta de que marcaron el cambio de una economĆa global basada en el dólar respaldada por activos financieros a monedas respaldadas por productos bĆ”sicos. Nos enfrentamos a un cambio de la garantĆa que es de naturaleza puramente financiera a convertirse en productos bĆ”sicos. Es una garantĆa que suscribe todo el sistema financiero.
El fin del sistema basado en las finanzas se estĆ” acelerando por los acontecimientos geopolĆticos. Occidente estĆ” tratando desesperadamente de sancionar a Rusia para que se someta económicamente, pero solo estĆ” teniendo Ć©xito en aumentar los precios de la energĆa, los productos bĆ”sicos y los alimentos contra sĆ mismo. Los bancos centrales no tendrĆ”n mĆ”s remedio que inflar sus monedas para pagarlo todo. Rusia estĆ” vinculando el rublo a los precios de las materias primas a travĆ©s de una paridad de oro en movimiento, y China ya ha demostrado una comprensión del juego inflacionario de Occidente al haber almacenado productos bĆ”sicos y granos esenciales durante los Ćŗltimos dos aƱos y permitir que su moneda suba frente al dólar.
China y Rusia no van por el camino de las monedas infladas de Occidente. En cambio, se estÔn moviendo hacia una estrategia monetaria mÔs sólida con la perspectiva de tasas de interés y precios estables, mientras que Occidente se acelera en la dirección opuesta.
El analista de Credit Suisse, Zoltan Pozsar, lo llama Bretton Woods III. Este artĆculo analiza cómo es probable que se desarrolle, concluyendo que el dólar y las monedas occidentales, no el rublo, tendrĆ”n la mayor dificultad para lidiar con el final de cincuenta aƱos de financiarización económica.
La financiación pura estÔ siendo reemplazada por la financiación de productos bÔsicos
TodavĆa no ha llegado a los principales medios de comunicación, que todavĆa informan sobre la batalla de ayer. Pero en marzo, la Administración estadounidense dictó una sentencia de muerte sobre su propia hegemonĆa en un Ćŗltimo lanzamiento desesperado de los dados del dólar. No solo malinterpretó la situación rusa con respecto a su economĆa, sino que Estados Unidos creyó erróneamente en su propio poder al sancionar a Rusia y a los oligarcas de Putin.
Puede haber logrado un bloqueo parcial en los volúmenes de exportación de Rusia, pero la compensación ha venido de precios unitarios mÔs altos, beneficiando a Rusia y costando a la alianza occidental.
La consecuencia es una batalla final en la guerra financiera que se ha estado gestando durante dĆ©cadas. Usted no sanciona la fuente de exportación de energĆa mĆ”s importante del mundo y el proveedor marginal de una amplia gama de productos bĆ”sicos y materias primas, incluidos granos y fertilizantes, sin daƱar a todos menos al objetivo previsto. Peor aĆŗn, el objetivo previsto tiene en China un amigo extremadamente poderoso, con el que Rusia es un socio en el bloque económico mĆ”s grande del mundo, la Organización de Cooperación de Shanghai, que comanda un mercado en desarrollo de mĆ”s del 40% de la población mundial. Ese es el futuro, no el pasado: el pasado es el despertar occidental, los impuestos punitivos, las economĆas dominadas por el estado y su burocracia, el socialismo anticapitalista y los Ć”rboles mĆ”gicos de dinero para ayudar a pagarlo todo.
A pesar de este enorme agujero en la red de sanciones, Occidente no se ha dado otra opción polĆtica que intentar endurecer aĆŗn mĆ”s las sanciones. Pero la respuesta de Rusia es devastadora para el sistema financiero occidental. En dos anuncios simples, atando el rublo al oro para las instituciones de crĆ©dito nacionales e insistiendo en que los pagos por energĆa solo se aceptarĆ”n en rublos, estĆ” poniendo fin a la era del dólar fiduciario que ha gobernado el mundo desde la suspensión de Bretton Woods en 1971 hasta hoy.
Hace poco mĆ”s de cinco dĆ©cadas, el dólar asumió el papel de activo de reserva global del oro. DespuĆ©s de los aƱos setenta, que fue una dĆ©cada de volatilidad de la moneda, las tasas de interĆ©s y los activos financieros, todos nos establecimos en un mundo de creciente financiarización. El Big Bang de Londres a principios de la dĆ©cada de 1980 allanó el camino para los derivados regulados y la dĆ©cada de 1990 vio el surgimiento de fondos de cobertura y puntocom. Eso fue seguido por una explosión de derivados no regulados de venta libre en los cientos de billones y titulizaciones que golpearon el bache de la quiebra de Lehman. Desde entonces, la expansión del crĆ©dito global para actividades puramente financieras ha sido notable creando una burbuja de activos financieros para rivalizar con cualquier cosa vista en la historia de los excesos financieros. Y junto con la supresión estadĆstica del efecto sobre los precios al consumidor, el cambio de recursos económicos de Main Street a Wall Street ha ocultado la evidencia inflacionaria de la expansión del crĆ©dito de la mirada del pĆŗblico.
Todo eso estÔ llegando a su fin con una nueva mercantilización, lo que el respetado analista de flujos Zoltan Pozsar de Credit Suisse llama Bretton Woods III. En su enumeración, el primero fue suspendido por el presidente Nixon en 1971, y el segundo se extendió desde entonces hasta ahora, cuando el dólar ha gobernado indiscutiblemente. Esto nos lleva a Bretton Woods III.
La insistencia de Rusia en que los importadores de su energĆa paguen en rublos y no en dólares o euros es un desarrollo significativo, un desafĆo directo al papel del dólar. No hay opciones para los "no amigos" de Rusia, la descripción de Rusia para la alianza unida contra ella. La UE, que es el mayor importador de gas natural ruso, muerde la bala o lucha por alternativas insuficientes. La opción es comprar gas natural y petróleo a precios razonables del rublo o subir los precios en euros y aĆŗn asĆ no obtener lo suficiente para mantener sus economĆas en marcha y los ciudadanos cĆ”lidos y móviles. De cualquier manera, parece que Rusia gana, y de una manera la UE pierde.
En cuanto a la creencia de Pozsar de que estamos al borde de Bretton Woods III, se puede ver la lógica de su argumento. La burbuja financiera altamente inflada marca el final de una era, cincuenta aƱos en ciernes. Los tipos de interĆ©s negativos en la UE y Japón no son solo una anomalĆa, sino el Ćŗltimo lanzamiento de los dados para el yen y el euro. El BCE y el Banco de Japón tienen carteras de bonos que han eliminado su capital, y algo mĆ”s. Todos los bancos centrales occidentales que se han entregado a la QE tienen el mismo problema. Por el contrario, el banco central ruso y el Banco Popular de China no han realizado ningĆŗn QE y tienen balances limpios. El aumento de las tasas de interĆ©s en las monedas occidentales se hace mĆ”s seguro y su altura aĆŗn mayor por la respuesta agresiva de Rusia a las sanciones occidentales. Acelera la bancarrota de todo el sistema bancario occidental y, al estallar la burbuja financiera altamente inflada, dejarĆ” poco mĆ”s que economĆas vaciadas.
Putin ha tomado como modelo el acuerdo Nixon/Kissinger de 1973 con los saudĆes para aceptar solo dólares estadounidenses en pago por petróleo, y para usar su papel dominante en la OPEP para obligar a otros miembros a seguir su ejemplo. Como el mayor exportador de energĆa del mundo, Rusia, ahora dice que solo aceptarĆ” rublos, repitiendo para el rublo la estrategia del petrodólar. E incluso Arabia Saudita ahora se estĆ” doblegando con el viento y aceptando el renminbi de China por su petróleo, llamando tiempo simbólico al acuerdo del petrodólar Nixon / Kissinger.
Occidente, con lo que nos referimos a Estados Unidos, la UE, Gran BretaƱa, Japón, Corea del Sur y algunos otros se han establecido para ser los chicos de otoƱo. Esa declaración apenas describe la estupidez estratĆ©gica: un Premio Innoble estĆ” mĆ”s cerca de la verdad. Al eliminar gradualmente los combustibles fósiles antes de que pudieran ser reemplazados por completo con fuentes de energĆa verde, ha surgido un enorme dĆ©ficit en el suministro de energĆa. Con un celo casi religioso, Alemania ha estado eliminando la generación nuclear. E incluso tan recientemente como el mes pasado, todavĆa descartó extender la vida Ćŗtil de sus instalaciones nucleares. Toda la membresĆa del G7 no solo no estaba preparada para que Rusia cambiara las tornas sobre sus miembros, sino que hasta ahora, aĆŗn no han encontrado una respuesta adecuada.
Rusia ha comercializado efectivamente su moneda, particularmente para energĆa, oro y alimentos. EstĆ” siguiendo a China por un camino similar. Al hacerlo, ha socavado la hegemonĆa del dólar, tal vez fatalmente. Como la fuerza impulsora detrĆ”s de los valores de las divisas, las materias primas serĆ”n la garantĆa que reemplace a los activos financieros. Es interesante observar la fortaleza del peso mexicano frente al dólar (+9,7% desde noviembre de 2021) y el real brasileƱo (+21% en un aƱo) E incluso el rand sudafricano ha subido un 11% en los Ćŗltimos cinco meses. Que estas monedas escamosas estĆ©n aumentando nos dice que el respaldo de recursos para las monedas tiene sus atractivos mĆ”s allĆ” del rublo y el renminbi.
But having turned their backs on gold, the Americans and their Western epigones lack an adequate response. If anything, they are likely to continue the fight for dollar hegemony rather than accept reality. And the more America struggles to assert its authority, the greater the likelihood of a split in the Western partnership. Europe needs Russian energy desperately, and America does not. Europe cannot afford to support American policy unconditionally.
That, of course, is Russia’s bet.
Russia’s point of view
For the second time in eight years, Russia has seen its currency undermined by Western action over Ukraine. Having experienced it in 2014, this time the Russian central bank was better prepared. It had diversified out of dollars adding official gold reserves. The commercial banking system was overhauled, and the Governor of the RCB, Elvira Nabiullina, by following classical monetary policies instead of the Keynesianism of her Western contempories, has contained the fall-out from the war in Ukraine. As Figure 1 shows, the rouble halved against the dollar in a knee-jerk reaction before recovering to pre-war levels.
The link to commodities is gold, and the RCB announced that until end-June it stands ready to buy gold from Russian banks at 5,000 roubles per gramme. The stated purpose was to allow banks to lend against mine production, given that Russian-sourced gold is included in the sanctions. But the move has encouraged speculation that the rouble is going on a quasi- gold standard; never mind that a gold standard works the other way round with users of the currency able to exchange it for gold.
Besides being with silver the international legal definition of money (the rest being currency and credit), gold is a good proxy for commodities, as shown in Figure 2 below. Priced in goldgrams, crude oil today is 30% below where it was in the 1950, long before Nixon suspended the Bretton Woods Agreement. Meanwhile, measured in depreciating fiat currencies the price has soared and been extremely volatile along the way.
It is a similar story for other commodity prices, whereby maximum stability is to be found in prices measured in goldgrams. Taking up Pozsar’s point about currencies being increasingly linked to commodities in Bretton Woods III, it appears that Russia intends to use gold as proxy for commodities to stabilise the rouble. Instead of a fixed gold exchange rate, the RCB has wisely left itself the option to periodically revise the price it will pay for gold after 1 July.
Table 1 shows how the RCB’s current fixed rouble gold exchange rate translates into US dollars.
While non-Russian credit institutions do not have access to the facility, it appears that there is nothing to stop a Russian bank buying gold in another centre, such as Dubai, to sell to the Russian central bank for roubles. All that is needed is for the dollar/rouble rate to be favourable for the arbitrage and the ability to settle in a non-sanctioned currency, such as renminbi, or to have access to Eurodollars which it can exchange for Euroroubles (see below) from a bank outside the “unfriendlies” jurisdictions.
The dollar/rouble rate can now easily be controlled by the RCB, because how demand for roubles in short supply is handled becomes a matter of policy. Gazprom’s payment arm (Gazprombank) is currently excused the West’s sanctions and EU gas and oil payments will be channelled through it.
Broadly, there are four ways in which a Western consumer can acquire roubles:
By buying roubles on the foreign exchanges.
By depositing euros, dollars, or sterling with Gazprombank and have them do the conversion as agents.
By Gazprombank increasing its balance sheet to provide credit, but collateral which is not sanctioned would be required.
By foreign banks creating rouble credits which can be paid to Gazprombank against delivery of energy supplies.
The last of these four is certainly possible, because that is the basis of Eurodollars, which circulate outside New York’s monetary system and have become central to international liquidity. To understand the creation of Eurodollars, and therefore the possibility of a developing Eurorouble market we must delve into the world of credit creation.
There are two ways in which foreigners can hold dollar balances. The way commonly understood is through the correspondent banking system. Your bank, say in Europe, will run deposit accounts with their correspondent banks in New York (JPMorgan, Citi etc.). So, if you make a deposit in dollars, the credit to your account will reconcile with the change in your bank’s correspondent account in New York.
Now let us assume that you approach your European bank for a dollar loan. If the loan is agreed, it appears as a dollar asset on your bank’s balance sheet, which through double-entry bookkeeping is matched by a dollar liability in favour of you, the borrower. It cannot be otherwise and is the basis of all bank credit creation. But note that in the creation of these balances the American banking system is not involved in any way, which is how and why Eurodollars circulate, being fungible with but separate in origin from dollars in the US.
By the same method, we could see the birth and rapid expansion of a Eurorouble market. All that’s required is for a bank to create a loan in roubles, matched under double-entry bookkeeping with a deposit which can be used for payments. It doesn’t matter which currency the bank runs its balance sheet in, only that it has balance sheet space, access to rouble liquidity and is a credible counterparty.
This suggests that Eurozone and Japanese banks can only have limited participation because they are already very highly leveraged. The banks best able to run Eurorouble balances are the Americans and Chinese because they have more conservative asset to equity ratios. Furthermore, the large Chinese banks are majority state-owned, and already have business and currency interests with Russia giving them a head start with respect to rouble liquidity.
We have noticed that the large American banks are not shy of dealing with the Chinese despite the politics, so presumably would like the opportunity to participate in Euroroubles. But only this week, the US Government prohibited them from paying holders of Russia’s sovereign debt more than $600 million. So, we should assume the US banks cannot participate which leaves the field open to the Chinese mega-banks. And any attempt to increase sanctions on Russia, perhaps by adding Gazprombank to the sanctioned list, achieves nothing, definitely cuts out American banks from the action, and enhances the financial integration between Russia and China. The gulf between commodity-backed currencies and yesteryear’s financial fiat simply widens.
For now, further sanctions are a matter for speculation. But Gazprombank with the assistance of the Russian central bank will have a key role in providing the international market for roubles with wholesale liquidity, at least until the market acquires depth in liquidity. In return, Gazprombank can act as a recycler of dollars and euros gained through trade surpluses without them entering the official reserves. Dollars, euros yen and sterling are the unfriendlies’ currencies, so the only retentions are likely to be renminbi and gold.
In this manner we might expect roubles, gold and commodities to tend to rise in tandem. We can see the process by which, as Zoltan Pozsar put it, Bretton Woods III, a global currency regime based on commodities, can take over from Bretton Woods II, which has been characterised by the financialisation of currencies. And it’s not just Russia and her roubles. It’s a direction of travel shared by China.
The economic effects of a strong currency backed by commodities defy monetary and economic beliefs prevalent in the West. But the consequences that flow from a stronger currency are desirable: falling interest rates, wealth remaining in the private sector and an escape route from the inevitable failure of Western currencies and their capital markets. The arguments in favour of decoupling from the dollar-dominated monetary system have suddenly become compelling.
The consequences for the West
Most Western commentary is gung-ho for further sanctions against Russia. Relatively few independent commentators have pointed out that by sanctioning Russia and freezing her foreign exchange reserves, America is destroying her own hegemony. The benefits of gold reserves have also been pointedly made to those that have them. Furthermore, central banks leaving their gold reserves vaulted at Western central banks exposes them to sanctions, should a nation fall foul of America. Doubtless, the issue is being discussed around the world and some requests for repatriation of bullion are bound to follow.
There is also the problem of gold leases and swaps, vital for providing liquidity in bullion markets, but leads to false counting of reserves. This is because under the IMF’s accounting procedures, leased and swapped gold balances are recorded as if they were still under a central bank’s ownership and control, despite bullion being transferred to another party in unallocated accounts.
Nadie sabe el alcance de los swaps y arrendamientos, pero es probable que sea significativo, dada la evidencia de las intervenciones en el precio del oro en los Ćŗltimos cincuenta aƱos. Los paĆses que han estado felices de ganar tarifas e intereses para cubrir los costos de almacenamiento y convertir el almacenamiento de lingotes de oro en una actividad rentable (medida en fiat) ahora estĆ”n en el margen, es probable que no renueven los acuerdos de swap y arrendamiento y exijan la reasignación de lingotes en cuentas especĆficas, lo que drenarĆa la liquidez de los mercados de lingotes. Un aumento del precio del oro estarĆ” obligado a sobrevenir.
Desde la suspensión de Bretton Woods en 1971, el gobierno de los Estados Unidos ha tratado de suprimir el oro en relación con el dólar, alentando el crecimiento de los derivados del oro para absorber la demanda. Que el oro se haya movido de $ 35 a $ 1920 hoy demuestra la inutilidad de estas polĆticas. Pero al menos emocionalmente, el establishment estadounidense sigue siendo virulentamente anti-oro.
Como muestra claramente la Figura 2 anterior, el vĆnculo entre los precios de las materias primas y el oro ha perdurado a travĆ©s de todo. Es este factor el que escapa por completo al anĆ”lisis popular con cada analista de materias primas asumiendo en sus cĆ”lculos un valor objetivo constante para el dólar y otras monedas, con la subjetividad de los precios confinada solo a la mercancĆa. El uso de grĆ”ficos y otros mĆ©todos de previsión de los precios de los productos bĆ”sicos asumen como regla de hierro que los cambios de precios en las transacciones provienen Ćŗnicamente de las fluctuaciones en los valores de los productos bĆ”sicos.
La verdad detrĆ”s de los precios medidos en monedas sin respaldo se demuestra por el costo del petróleo cotizado en oro que ha disminuido alrededor del 30% desde la dĆ©cada de 1960. Eso es razonable dadas las nuevas tecnologĆas de extracción y es consistente con los precios que tienden a disminuir con el tiempo bajo un patrón oro. Es solo en las monedas fiduciarias que los precios se han disparado. Claramente, el oro es considerablemente mĆ”s objetivo para fines de transacción que las monedas fiduciarias, que definitivamente no lo son.
Por lo tanto, si, como sugiere el grĆ”fico en el tweet a continuación, el precio en dólares del petróleo se duplica a partir de aquĆ, solo serĆ” porque en el margen la gente prefiere el petróleo a los dólares, no porque quieran petróleo mĆ”s allĆ” de sus necesidades inmediatas, sino porque quieren dólares menos.
China reconoció esta dinĆ”mica tras las polĆticas monetarias de la Fed de marzo de 2020, cuando redujo su tasa de fondos al lĆmite cero e instituyó la QE en $ 120 mil millones cada mes. La seƱal sobre la futura degradación del dólar era clara, y China comenzó a almacenar petróleo, productos bĆ”sicos y alimentos, solo para deshacerse de los dólares. Esto contribuyó al aumento de los precios de las materias primas en dólares, que comenzó a partir de ese momento, a pesar de la caĆda de la demanda debido a los problemas de covid y la cadena de suministro. El efecto de la degradación del dólar se refleja en la Figura 3, que es de un popular ETF de seguimiento de materias primas.
Una mejor comprensión serĆa considerar el aumento en el valor de esta canasta de productos bĆ”sicos no como una casi duplicación desde marzo de 2020, sino como una reducción casi a la mitad del poder adquisitivo del dólar con respecto a Ć©l.
AdemĆ”s, los chinos han sido lo suficientemente premonitorios como para acumular existencias de granos. El resultado es que el 20% de la población mundial tiene acceso al 70% de las existencias de maĆz del mundo, el 60% del arroz, el 50% del trigo y el 35% de la soja. Es casi seguro que el otro 80% de la población mundial enfrentarĆ” una escasez aguda este aƱo a medida que cesen efectivamente las exportaciones de granos y fertilizantes de Ucrania / Rusia.
Las acciones de China muestran que hasta cierto punto ya ha atado su moneda a las materias primas, reconociendo que el dólar perderĆa poder adquisitivo. Y esto se refleja parcialmente en el tipo de cambio del yuan frente al dólar estadounidense, que desde mayo de 2020 ha ganado mĆ”s del 11%.
Implicaciones para el dólar, el euro y el yen
En este artĆculo se ha mostrado la estrecha relación entre el oro, el petróleo y las materias primas en general. Parece que Rusia ha encontrado una manera de atar su moneda no al dólar, sino a las materias primas a travĆ©s del oro, y que China ha estado haciendo lo mismo durante dos aƱos sin el enlace del oro. La lógica es escapar de las consecuencias de la expansión de la moneda y el crĆ©dito para el dólar y otras monedas occidentales a medida que su poder adquisitivo se ve socavado. Y el uso de una clavija de oro es un desarrollo interesante en este contexto.
Debemos tener en cuenta que, segĆŗn el sistema TIC del Tesoro de los Estados Unidos, los extranjeros poseen $ 33.24 billones de valores financieros y activos a corto plazo, incluidos los depósitos bancarios. Eso se suma a unos pocos billones, tal vez, en eurodólares no registrados en las estadĆsticas tic. Estos fondos solo estĆ”n allĆ en tales cantidades debido a la financiarización de las monedas occidentales, una situación que ahora esperamos que termine. Se puede esperar que un cambio en el orden monetario mundial hacia Bretton Woods III de Pozsar tenga un impacto sustancial en estos fondos.
Para evitar la venta extranjera de los 6,97 billones de dólares de valores y efectivo a corto plazo, las tasas de interĆ©s tendrĆan que elevarse no solo para abordar el aumento de los precios al consumidor (un malentendido keynesiano sobre el papel económico de las tasas de interĆ©s, refutado por la paradoja de Gibson), sino para proteger la moneda en las divisas, particularmente en relación con el rublo y el yuan. Desafortunadamente, las tasas de interĆ©s suficientemente altas para alentar a que el dinero y los depósitos a corto plazo se queden desestabilizarĆan los valores de los 26,27 billones de dólares de propiedad extranjera en valores a largo plazo: bonos y acciones.
Como administrador de las tasas de interĆ©s del dólar estadounidense, el dilema para la Fed se agudiza por las sanciones contra Rusia que exponen la debilidad de la posición del dólar. La caĆda en su poder adquisitivo se ve magnificada por el aumento de los precios en dólares de las materias primas, y el aumento de los precios al consumidor serĆ” mayor y mĆ”s temprano como resultado. Cada vez es posible argumentar de manera convincente que las tasas de interĆ©s para los depósitos en dólares a un aƱo pronto deberĆan estar en cifras dobles, en lugar del tres por ciento mĆ”s o menos argumentado por los halcones de la polĆtica monetaria. Cualesquiera que sean los nĆŗmeros, las consecuencias estĆ”n destinadas a ser catastróficas para los activos financieros y para el futuro de las monedas orientadas financieramente donde los activos financieros son la principal forma de garantĆa.
Parece que Bretton Woods II ha terminado. Siendo ese el caso, a Estados Unidos le resultarĆ” prĆ”cticamente imposible retener los flujos internacionales de capital que le han permitido financiar los dĆ©ficits gemelos: las brechas presupuestarias y comerciales. Y a medida que los valores de los valores caen con el aumento de las tasas de interĆ©s, a menos que el Gobierno de los Estados Unidos tome un cuchillo muy afilado a su gasto en un momento de estancamiento o caĆda de la actividad económica, la Fed tendrĆ” que intensificar con una mayor QE.
La excusa de que la QE estimula la economĆa habrĆ” sido desgastada y expuesta por lo que es: la degradación de la moneda como medio de tributación oculta. Y es probable que el capital extranjero que logre escapar de una crisis del dólar busque un hogar en otro lugar. Pero las otras dos monedas principales en el campo del dólar, el euro y el yen, parten de una posición aĆŗn peor. Estos se muestran en la Figura 4. Con su poder adquisitivo colapsando visiblemente, el BCE y el Banco de Japón todavĆa tienen tasas de interĆ©s negativas, aparentemente atrapadas bajo el lĆmite cero. Los responsables de la formulación de polĆticas se encuentran divididos entre la Escila de la inflación de los precios al consumidor y la Caribdis de la actividad económica en declive. Otro problema es que estos bancos centrales se han convertido en inversores sustanciales en bonos gubernamentales y de otro tipo (el BOJ incluso tiene ETF de acciones a bordo) y el aumento de los rendimientos de los bonos estĆ” causando estragos en sus balances, eliminando su capital que requiere una recapitalización sistĆ©mica.
No solo el BCE y el BOJ estÔn técnicamente en bancarrota sin inyecciones masivas de capital, sino que sus redes de banca comercial estÔn enormemente sobreapalancadas con sus bancos de importancia sistémica global, sus G-SIB, que tienen activos en relación con el capital que promedian mÔs de veinte veces. Y a diferencia del real brasileño, el peso mexicano e incluso el rand sudafricano, el yen y el euro estÔn cayendo frente al dólar.
La respuesta del BOJ es aferrarse desesperadamente a las polĆticas actuales. EstĆ” manipulando el mercado al limitar el rendimiento del JGB a 10 aƱos en 0.25%, que es donde estĆ” ahora.
Estos desarrollos monetarios son indicativos de grandes trastornos y una crisis que se aproxima. Las burbujas financieras estÔn, sin duda, a punto de estallar hundiendo los valores financieros fiduciarios y todo lo que navega con ellos. Los bonos del gobierno serÔn la historia de ayer porque ni China ni Rusia, cuyas monedas se puede esperar que sobrevivan a la transición de la orientación financiera a la de los productos bÔsicos, tienen grandes déficits presupuestarios. Eso, de hecho, serÔ parte de su fuerza.
La guerra financiera, tan largamente predicha y descrita en mis ensayos para Goldmoney, parece estar llegando a su clĆmax. Al final se ha reducido a quiĆ©n entiende mejor el dinero y las monedas. Liderado por Estados Unidos, Occidente ha ignorado la definición legal de dinero, sustituyĆ©ndolo por dólares fiduciarios. La polĆtica monetaria perdió su ancla en el realismo, a la deriva en un mar de creencias inflacionarias chifladas.
Pero Rusia y China no han cometido el mismo error. China jugó junto con el juego keynesiano mientras les convenĆa. En consecuencia, si bien Rusia puede estar luchando militarmente, a menos que ocurra un milagro, Occidente parece destinado a perder la guerra financiera y, de hecho, estamos transitando hacia Bretton Woods III de Pozsar.









0 Comentarios