body{ background-image:url(https://sites.google.com/site/acemarmar/fotos/fotos%20fav.jpg); background-position:center; background-repeat:no-repeat; background-attachment:fixed; -moz-background-size: cover;-webkit-background-size: cover;background-size: cover; }

noticias Recientes

8/recent/ticker-posts

El fin de la dominación occidental

 



Las sanciones de Occidente contra Rusia, unilateralmente decididas en Washington, ‎estĆ”n siendo presentadas como un justo castigo por la agresión contra Ucrania. Pero, ‎aun sin mencionar el hecho de que tales “sanciones” son ilegales a la luz del Derecho ‎Internacional, todos pueden ver que esas medidas no estĆ”n alcanzando su ‎objetivo supuesto. En la prĆ”ctica, Estados Unidos estĆ” aislando a Occidente con la ‎esperanza de mantener asĆ­ su propia hegemonĆ­a sobre sus “aliados”. 


‎Estados Unidos, que siempre esperó hasta el Ćŗltimo momento para implicarse en las dos guerras ‎mundiales –evitando asĆ­ sufrir daƱos en su propio suelo–, salió de esos conflictos como gran vencedor. ConvirtiĆ©ndose en heredero de los grandes imperios europeos, ese paĆ­s logró ‎instaurar asĆ­ un sistema de dominación que lo convirtió en el «gendarme mundial». Pero su ‎hegemonĆ­a era frĆ”gil y no podĆ­a ser mantenida frente al desarrollo de otras grandes naciones. ‎

A partir de 2012, ciertos politólogos comenzaron a hablar de la «trampa de TucĆ­dides», ‎estableciendo una analogĆ­a con la explicación que aquel historiador de la Antigua Grecia elaboró sobre el ‎porquĆ© de las guerras del Peloponeso entre Esparta y Atenas. SegĆŗn aquellos politólogos, el ‎ascenso de la RepĆŗblica Popular China hacĆ­a que un enfrentamiento entre ese paĆ­s y ‎Estados Unidos fuese tan inevitable como las guerras entre Esparta y Atenas. Habiendo ‎comprobado hoy que China se ha convertido en la primera potencia económica mundial mientras ‎que Rusia es la primera potencia militar, Estados Unidos ha decidido combatirlas, pero ‎no al mismo tiempo. ‎

Ese es el contexto de la guerra en Ucrania. Washington presenta ese conflicto como una ‎‎«agresión rusa», impone sanciones y obliga a sus aliados a hacer lo mismo. La primera ‎explicación que viene a la mente es que Estados Unidos, sabiĆ©ndose inferior en el plano ‎militar pero económicamente superior, ha decidido escoger su campo de batalla. Sin embargo, el ‎anĆ”lisis de las fuerzas implicadas y de las medidas adoptadas desmiente esa lectura de los hechos. ‎

Estados Unidos asesinó al presidente iraquĆ­ Saddam Hussein y al GuĆ­a libio ‎Muammar el Kadhafi (en la foto) porque se atrevieron a cuestionar el predominio del dólar ‎estadounidense. Ambos lĆ­deres fueron asesinados y Estados Unidos saqueó los bancos centrales de sus paĆ­ses.

El sistema económico mundial

El sistema económico mundial contemporĆ”neo fue creado por los acuerdos de Bretton Woods, ‎en 1944. El objetivo de los acuerdos de Bretton Woods era instaurar un marco para el capitalismo ‎posterior a la crisis de 1929, luego de comprobarse que el nazismo no habĆ­a sido la solución. En ‎Bretton Woods, Estados Unidos impuso el dolar –su propia moneda– como divisa de referencia convertible en oro. ‎La Unión SoviĆ©tica y China no estuvieron en la conferencia de Bretton Woods. ‎

En 1971, el presidente Richard Nixon decidió unilateralmente –y de manera no oficial– poner fin ‎a la paridad del dólar estadounidense con el oro… para poder financiar la guerra de ‎Estados Unidos en Vietnam. Concretamente, se abandonó la tasa fija dólar-oro. Esa decisión ‎unilateral estadounidense no se hizo oficial hasta despuĆ©s del fin de la guerra –tambiĆ©n ‎estadounidense– en Vietnam, en 1976. Fue tambiĆ©n en ese momento cuando China se alió a las ‎transnacionales anglosajonas. Desde 1972, la Comunidad Económica Europea –predecesora de la ‎actual Unión Europea– tuvo que adaptarse a las tasas de cambio, que de ser fijas habĆ­an ‎pasado a ser “flotantes”, primeramente enmarcĆ”ndolas con la llamada «serpiente monetaria» y ‎despuĆ©s con la creación del euro. ‎

A partir de 1981, Estados Unidos comenzó a permitir el crecimiento de su propia deuda. DespuĆ©s ‎de haberse elevado al 40% del PIB estadounidense, la deuda exterior de Estados Unidos es hoy ‎equivalente al 130% de su PIB. Estados Unidos intentó despuĆ©s «globalizar» la economĆ­a ‎mundial, o sea imponer sus propias reglas del juego a los paĆ­ses solventes y destruir las ‎estructuras de los Estados de los demĆ”s paĆ­ses –la estrategia Rumsfeld-Cebrowski [1]. ‎

Para pagar sus propias deudas, Estados Unidos imprimió dólares, espió a las empresas de sus ‎supuestos aliados y robó las reservas de dos importantes Estados petroleros –Irak y Libia. ‎Nadie se atrevió a cuestionarlo. Pero, desde 2003, el sistema económico de Estados Unidos ha ‎dejado de ser lo que pretendĆ­a ser. Oficialmente, Estados Unidos seguĆ­a siendo un paĆ­s de ‎‎«economĆ­a liberal», pero todos podemos ver que ya no produce los alimentos que necesita, ni ‎sus propios productos de primera necesidad y que ademĆ”s vive sólo del saqueo. ‎

La economĆ­a estadounidense, que despuĆ©s de la disolución de la URSS llegó a representar ‎un tercio de la economĆ­a mundial, hoy es sólo una dĆ©cima parte. ‎

Numerosos Estados vislumbran el fin de las reglas de Bretton Woods y buscan un nuevo sistema. ‎En 2009, Brasil, Rusia, la India y China, paĆ­ses a los que rĆ”pidamente se une SudĆ”frica, crean el ‎grupo BRICS. Esos paĆ­ses se han dotado de instituciones financieras que –mientras que el Fondo ‎Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial imponen reformas estructurales y compromisos ‎polĆ­ticos de alineamiento junto a Washington a todo el que solicita sus prĆ©stamos– prefieren invertir ‎segĆŗn el sistema llamado leasing o «arrendamiento financiero», tambiĆ©n llamado «alquiler con ‎derecho de compra», segĆŗn el cual el paĆ­s que recibe la inversión se convierte en propietario ‎cuando la inversión se ha amortizado. ‎

En 2010, Bielorrusia, KazajastĆ”n, Rusia –a los que despuĆ©s se unió Armenia– fundaron la Unión ‎Económica EuroasiĆ”tica (UEE). Esos paĆ­ses, que tienen fronteras comunes, instauraron una zona ‎de libre comercio con Egipto, China, IrĆ”n, Serbia, Singapur y Vietnam. A ellos podrĆ­an unirse ‎próximamente Corea del Sur, la India, TurquĆ­a y Siria. ‎

En 2013, China emprendió su vasto proyecto conocido como «Nuevas Rutas de la Seda». Al aƱo ‎siguiente –cuando su PIB sobrepasó el de Estados Unidos y alcanzó la paridad con su poder ‎adquisitivo– PekĆ­n creó el Banco AsiĆ”tico de Inversión en Infraestructura (BAII, tambiĆ©n designado ‎como AIIB, por sus siglas en inglĆ©s) y en 2020 estableció un marco para los capitales extranjeros. ‎

En 2021, la Unión Europea concibió su «Pasarela Mundial» (Global Gateway) para competir ‎con China e imponer su propio modelo polĆ­tico. Pero muchos paĆ­ses interpretaron esa jugada ‎como un regreso al colonialismo y la “Pasarela europea” fue objeto de un rechazo masivo. ‎

El bloque ruso y el bloque chino han venido acercĆ”ndose entre asĆ­ gracias al proyecto comĆŗn ‎denominado Gran Asociación EuroasiĆ”tica Global –surgido en 2016– en el marco de la ‎Organización de Cooperación de Shanghai. Se trata de desarrollar todo ese espacio en su ‎conjunto creando en Ć©l vĆ­as de comunicación equilibradas segĆŗn las bases ideológicas definidas ‎por el kazajo NursultĆ”n Nazarbayev: la inclusividad, la igualdad en materia de soberanĆ­a, el ‎respeto de la identidad cultural y sociopolĆ­tica de los participantes, la apertura y la disponibilidad ‎en cuanto a integrar otros conjuntos. ‎

El intento de Washington de destruir ese conjunto en formación no tiene absolutamente ninguna ‎posibilidad de Ć©xito. Ya podemos comprobar que:‎
 la agresión económica no comenzó con la invasión de Ucrania sino 2 dĆ­as antes de la operación ‎militar rusa;
 la agresión económica apunta ante todo a los bancos rusos, a los multimillonarios rusos y contra ‎la industria del gas ruso, sin tocar la nueva red de comunicación euroasiĆ”tica;
 finalmente, la agresión económica trata de excluir a Rusia de las organizaciones ‎internacionales… pero no concierne a los Estados que se niegan a condenar a Rusia. ‎Por consiguiente, empujarĆ” a estos Ćŗltimos en brazos de China. ‎

En otras palabras, en la prĆ”ctica Estados Unidos no estĆ” aislando a Rusia sino que aĆ­sla a ‎Occidente –el 10% de la humanidad– del resto del mundo, o sea del 90% de la humanidad. ‎

Estados Unidos no es miembro de la Unión Europea, pero el presidente ‎estadounidense Joe Biden viajó a Europa para presidir el Consejo Europeo realizado el 24 de ‎marzo. SegĆŗn los tratados, la OTAN garantiza la seguridad de los paĆ­ses miembros de la Unión Europea. ‎

El proceso que estĆ” separando a Occidente del resto del mundo

- 0. Estados Unidos agredió económicamente a Rusia el 22 de febrero de 2022, ‎el dĆ­a despuĆ©s del anuncio del reconocimiento, por parte de Rusia, de la independencia de las RepĆŗblicas Populares de Donestsk y Lugansk –anuncio emitido por MoscĆŗ el 21 de febrero. El 23 de febrero, un dĆ­a ‎despuĆ©s de la agresión económica estadounidense contra Rusia, la Unión Europea siguió ‎los pasos de Washington. Los bancos rusos Vnesheconombank y ‎Promsvyazbank fueron excluidos del sistema financiero mundial. ‎

Vnesheconombank (VEB.RF) es un banco de desarrollo regional y habrĆ­a podido ayudar a las ‎RepĆŗblicas del Donbass. Promsvyazbank (PSB) invierte principalmente en el sector de la defensa y ‎habrĆ­a podido tener un papel en la aplicación de los tratados de asistencia mutua entre Rusia y las ‎RepĆŗblicas Populares del Donbass. ‎

-1. Rusia inició su «operación militar especial» en Ucrania el 24 de febrero. El 25 de febrero, ‎Washington extendió la exclusión de los dos bancos rusos ya mencionados, incluyendo en ella a todos ‎los bancos rusos. La Unión Europea hizo lo mismo –tambiĆ©n el 25 de febrero. ‎

-2. Para evitar al mĆ”ximo que otros Estados pudiesen mantenerse junto a Rusia, Washington ‎extendió las «sanciones» comerciales a Bielorrusia. La Unión Europea comenzó a desconectar los ‎bancos rusos del sistema SWIFT –plegĆ”ndose asĆ­ a las instrucciones ya impartidas desde ‎Washington– y tambiĆ©n extendió las «sanciones» a Bielorrusia y censuró los medios pĆŗblicos ‎rusos –RT (Russia Today) y Sputnik– el 2 de marzo. ‎

-3. El 3 de marzo Washington comenzó a arremeter contra los millonarios rusos –‎erróneamente llamados «oligarcas»–, los que en realidad aborrecen a Putin, y el 8 de marzo prohibió las ‎importaciones de hidrocarburos rusos. El 9 de marzo, la Unión Europea siguió el paso de ‎Washington contra los millonarios rusos pero se resistió a la orden de prohibir la importación de ‎gas ruso, indispensable para la economĆ­a europea. ‎

-4. El 11 de marzo, Washington extiende las sanciones financieras al seno del FMI y del Banco ‎Mundial y el 11 de marzo amplĆ­a la lista de oligarcas sancionados y prohĆ­be la exportación de ‎productos de lujo a Rusia. La Unión Europea hace lo mismo el 15 de marzo. ‎

-5. El 24 de marzo, Washington busca garantizar que los miembros del parlamento ruso sean ‎despojados de todo derecho en Occidente –al igual que los llamados «oligarcas»–, que Rusia ‎no pueda utilizar sus fondos depositados en Estados Unidos para pagar sus deudas a ese paĆ­s y ‎que tampoco pueda utilizar su oro para pagar sus deudas en el exterior. La Unión Europea ‎tambiĆ©n sigue a Washington en la adopción de esas medidas –prohĆ­be la importación de carbón y ‎de petróleo rusos… pero sigue sin prohibir las compras de gas ruso. ‎

A continuación presentamos al lector un cuadro recapitulativo de los anuncios de Washington y los ‎de la Unión Europea. ‎

Estados UnidosUnión Europea
«Estados Unidos impone primer tramo de consecuencias inmediatas y severas a Rusia» (22 de febrero) «La UE adopta un paquete de sanciones en respuesta al reconocimiento por parte de Rusia de las zonas de las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk no controladas por el Gobierno y al envĆ­o de tropas a la región» (23 de febrero)
«Junto a socios y aliados, Estados Unidos impone costos devastadores a Rusias» (24 de febrero) «Primer tren de sanciones de la Unión Europea» (25 de febrero)
«Estados Unidos sigue imponiendo costos a Rusia y a Bielorrusia por la guerra iniciada por ‎Putin» (2 de marzo) «Segundo tren de sanciones de la Unión Europea» (2 de marzo)
«Estados Unidos sigue designando como blancos a los oligarcas rusos que facilitan la guerra ‎iniciada por Putin» (3 de marzo)‎

«Estados Unidos prohĆ­be la importación de petróleo, gas natural licuado y carbón de Rusia» (8 de marzo)

«Tercer tren de sanciones de la Unión Europea» (9 de marzo)
«Estados Unidos, la Unión Europea y el G7 anunciarĆ”n sanciones económicas adicionales ‎contra Rusia»

(11 de marzo)

«Cuarto tren de sanciones» (15 de marzo)
«Estados Unidos y sus aliados imponen costos importantes e inmediatos a Rusia» (24 de marzo)‎

«Estados Unidos, el G7 y la Unión Europea imponen costos importantes e inmediatos a Rusia» (6 de abril)

«Quinto tren de sanciones de la Unión Europea» (8 de abril)
Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, firmaron, el 4 de febrero, una ‎declaración comĆŗn donde presentan su concepción del desarrollo económico duradero. ‎Un dĆ­a despuĆ©s de la entrada del ejĆ©rcito ruso en Ucrania, los dos lĆ­deres confirmaron ‎por telĆ©fono que la reacción de Estados Unidos no modificarĆ” la alianza entre Rusia y China.

La respuesta del resto del mundo

Estamos siendo testigos de un fenómeno tremendamente sorprendente. Estados Unidos logró ‎que una mayorĆ­a de Estados se pusiera de su parte… pero son los Estados menos poblados del ‎mundo. Todo parece indicar que Washington se ha quedado sin medios de presión sobre los paĆ­ses realmente interesados en ser independientes. ‎

Las acciones unilaterales de los anglosajones y de la Unión Europea estĆ”n dividiendo el mundo en ‎dos espacios heterogĆ©neos. El mundo estĆ” diciendo adiós a la era de la globalización económica. ‎Los puentes económicos y financieros estĆ”n cayendo uno a uno. ‎

En una rĆ”pida reacción, Rusia ha convencido a sus socios del BRICS de la necesidad de poner fin a ‎sus intercambios en dólares y de crear una moneda virtual comĆŗn para realizar sus transacciones. ‎Mientras tanto utilizarĆ”n el oro. La moneda comĆŗn de los paĆ­ses del BRICS estarĆ­a basada en una ‎cesta de monedas de sus propios miembros, divisas cuyo valor se estimarĆ­a en función del PIB ‎de cada uno de esos paĆ­ses y de una cesta de materias primas con valor bursĆ”til. Ese sistema ‎debe resultar mucho mĆ”s estable que el sistema actual. ‎

Pero lo mĆ”s importante es que Rusia y China parecen mucho mĆ”s respetuosos que Occidente ‎en materia de relaciones con sus socios. Nunca exigen reformas estructurales, ni económicas ‎ni polĆ­ticas. La crisis ucraniana estĆ” demostrando a todos que MoscĆŗ no trata de tomar el poder ‎en Kiev ni de ocupar Ucrania sino de oponerse al avance de la OTAN y combatir a los ‎‎“banderistas” –los neonazis, segĆŗn la terminologĆ­a del Kremlin. El mĆ©todo puede parecernos adecuado o no pero los objetivos son legĆ­timos.‎

En la prĆ”ctica, estamos siendo testigos del fin de 4 siglos de dominación occidental y de los ‎imperios instaurados por las naciones de Occidente. Estamos viendo el enfrentamiento entre ‎maneras de pensar muy diferentes.
 Los occidentales sólo piensan en tĆ©rminos de semanas. Esa visión a corto plazo puede llevarlos ‎a creer que Estados Unidos tiene razón frente a los rusos.
Pero el resto del mundo reflexiona ‎en tĆ©rmino de dĆ©cadas, incluso de siglos. Visto asĆ­, resulta incuestionable que los rusos tienen ‎razón mientras que los occidentales, en su conjunto, se equivocan.
 Por otra parte, los occidentales estĆ”n rechazando el Derecho Internacional: atacaron Yugoslavia ‎y Libia sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU y mintieron para atacar AfganistĆ”n ‎e Irak. En pocas palabras, Occidente no respeta las reglas que antes impuso.
Los demĆ”s ‎Estados, por el contrario, aspiran a un mundo multipolar donde cada cual tenga la libertad de pensar ‎en función de su propia cultura; estĆ”n conscientes de que el Derecho Internacional es lo Ćŗnico ‎que puede preservar la paz en el mundo que ellos sueƱan. ‎

MĆ”s que enfrentar a Rusia y China, Washington ha optado por replegarse hacia su imperio, ‎por aislar a Occidente para mantener la hegemonĆ­a de Estados Unidos. ‎

Desde el aƱo 2001, todos los dirigentes mundiales ven a los occidentales, y sobre todo a ‎Estados Unidos, como una peligrosa fiera herida. No se atreven a enfrentarla y buscan la manera de dirigirla cuidadosamente hacia el cementerio. ‎

Nadie previó que la fiera se aislarĆ­a para morir. ‎

Fuente.

Publicar un comentario

0 Comentarios