Con los costos de los productos básicos alcanzando máximos históricos diarios, y los precios de los alimentos superando con creces los niveles vistos en el histórico 2011 como resultado del colapso de las exportaciones de alimentos rusos y ucranianos...
... y la próxima prohibición del comercio de fertilizantes de Rusia...
... una pregunta cada vez más fuerte en boca de los estrategas geopolíticos es cuándo, no si, las protestas globales por los alimentos volverán a surgir y comenzarán a derrocar a gobiernos inestables, o tal vez estables, en todo el mundo en una repetición de las revoluciones de la Primavera Árabe de 2011, cuando comenzó la indignación pública generalizada como resultado del aumento de los precios de los alimentos.
Parece que la respuesta es "ahora", porque como informa Al Jazeera, el miércoles estallaron protestas en el empobrecido sur de Irak por un aumento en los precios de los alimentos que los funcionarios atribuyeron al conflicto en Ucrania. Aquí, durante la semana pasada, el precio de los aceites de cocina y la harina se han disparado en los mercados locales a medida que los funcionarios del gobierno han tratado de abordar la creciente ira con varias declaraciones y medidas.
Hoy, la frustración pública con estos precios desbocados finalmente se desbordó, y más de 500 manifestantes se reunieron el miércoles en una plaza central en la ciudad sureña de Nasiriya, un punto álgido de las protestas contra la corrupción que se apoderaron del país en 2019.
"El aumento de los precios nos está estrangulando, ya sea pan u otros productos alimenticios", dijo el maestro jubilado Hassan Kazem a la agencia de noticias AFP. "Apenas podemos llegar a fin de mes".
El martes, el gobierno iraquí anunció medidas para enfrentar el aumento de los precios internacionales. Entre ellas figuraba una asignación mensual de unos 70 dólares para los pensionistas cuyos ingresos no superen el millón de dinares (casi 700 dólares), así como para los funcionarios públicos que ganan menos de 500.000 dinares (343 dólares). Las autoridades también anunciaron la suspensión de los derechos de aduana sobre los productos alimenticios, los bienes de consumo básico y los materiales de construcción durante dos meses.
El portavoz del Ministerio de Comercio local, Mohamed Hanoun, atribuyó el aumento de los precios del aceite de cocina al conflicto en Ucrania. De hecho, como señalamos la semana pasada, un enorme 70% del trigo de Egipto está en forma de importaciones de Ucrania y Rusia, importaciones que ahora se han detenido indefinidamente.
El Ministerio del Interior anunció que había arrestado a 31 personas acusadas de "elevar los precios de los productos alimenticios y abusar de los ciudadanos". Un manifestante en Nasiriya denunció el miércoles la "codicia de los comerciantes que manipulan los precios".
"Hay una gran crisis global porque Ucrania tiene una gran parte de los aceites [del mercado mundial de cocina]", dijo. El martes, un manifestante resultó gravemente herido en una manifestación en la provincia central de Babil que se vio empañada por la violencia, dijo una fuente de seguridad.
Si bien algunos estarán dispuestos a descartar esto como otra protesta del tercer mundo, recuerde que la Primavera Árabe de 2011 tuvo comienzos desfavorables similares hasta que Mohamed Bouazizi se prendió fuego en diciembre de 2010 y murió unas semanas más tarde, en el proceso de lanzar una cascada de levantamientos en toda la región MENA, muchos de los cuales condujeron a revoluciones sangrientas y una agitación geopolítica sin precedentes.
Y si bien podría verse como entrar en la zona marginal de las teorías de conspiración, uno probablemente debería considerar que una ola de violencia también puede tener la bendición de la nomenklatura del WEF: después de todo, una gran parte del "Gran Reinicio" es la despoblación eficiente de amplias franjas del mundo, y una segunda Primavera Árabe sería justo lo que ordenó la sobreclase multimillonaria.
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