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¿Caminamos sonámbulos hacia una Tercera Guerra Mundial termonuclear? Memorando del Instituto Schiller

 


Te han mentido. Rusia no planea invadir Ucrania. Putin no es un “mal actor” que busca recrear al imperio soviético. Ucrania no es una democracia bisoña que sólo se ocupa de sus asuntos. Como muestra el repaso resumido de los antecedentes documentados, Ucrania está siendo utilizada por las fuerzas geopolíticas de Occidente que responden al sistema financiero especulativo en bancarrota, como el punto crítico para detonar un enfrentamiento estratégico con Rusia, un enfrentamiento que ya es más peligroso que la Crisis de los Misiles en Cuba de 1962, y que podría terminar fácilmente en una guerra termonuclear que nadie ganará, y de la que nadie sobreviviría.

Considera los hechos tal y como los presentamos en la cronología abreviada a continuación. Rusia, al igual que China, está cada vez más sometida a la amenaza de ser destruida por dos tipos distintos de "guerra nuclear", por parte de la belicosa y arruinada casta financiera del Reino Unido y de Estados Unidos: 1) "ser los primeros en hacer un ataque nuclear", como lo declaró de la manera más explícita el demente senador Roger Wicker (republicano por Mississippi); y 2) la "opción nuclear" en una guerra financiera, medidas tan extremas que equivaldría a sitiar financieramente a Rusia para tratar de someterla por hambre, como se está haciendo contra Afganistán.

Rusia acaba de anunciar, para que todo el mundo lo escuche, que su línea roja está a punto de ser cruzada, si eso pasa Rusia se verá forzada a responder con “medidas técnico-militares retaliativas”. Han dejado muy claro que esa línea roja, es que las fuerzas militares de Estados Unidos y la OTAN continúen avanzando hasta las mismas fronteras con Rusia, junto con el emplazamiento de sistemas de misiles con capacidad nuclear defensiva y ofensiva a escasos 5 minutos de vuelo de Moscú. Rusia presentó dos proyectos de tratados internacionales, uno con Estados Unidos, y el otro con la OTAN, que les darían garantías jurídicas de que detendrán el avance de la OTAN hacia el este, que Ucrania y Georgia en particular no serán invitadas a formar parte de la OTAN, y que los sistemas de armas avanzadas no se van a emplazar a la puerta de Rusia. Estas son, ni más ni menos, las garantías verbales que le fueron dadas a la Unión Soviética en 1990 por los engañosos gobiernos de George Bush y Margareth Thatcher, garantías que desde entonces han sido violadas sistemáticamente. Es ni más ni menos, lo que el Presidente John F. Kennedy exigió a Jruschov durante la Crisis de los Misiles en Cuba de 1962, que se desactivó con éxito gracias a las hábiles negociaciones tras bastidores del enviado personal del Presidente Kennedy, su hermano Robert Kennedy, fuera de la vista del complejo militar industrial que buscaba la guerra.

Es urgentemente necesario que Estados Unidos y la OTAN firmen con premura esos tratados propuestos por Rusia; y retrocedan del umbral de una extinción termonuclear.

La crónica que presentamos a continuación ha ido sucediendo, paso a paso, mientras la mayoría de la gente de todo el mundo estaba en las nubes. Ya es hora de despertar, antes de que caminemos sonámbulos hacia una Tercera Guerra Mundial termonuclear.

El componente militar

Las relaciones estratégicas de los últimos treinta años entre Estados Unidos y la OTAN, por un lado, y Rusia por el otro, están plagadas de promesas incumplidas, que comenzaron inmediatamente después de la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989. Ya en febrero de 1990, el entonces Secretario de Estado, James Baker, se encontraba en Moscú prometiendo al mandatario soviético, Mijail Gorbachov, y al Ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Shevardnadze, que tras la reunificación de Alemania, que se produciría ese mismo año, si las tropas estadounidenses permanecían en Alemania, no habría ninguna expansión de la OTAN “ni un centímetro hacia el este”. Pero no pasaría mucho tiempo antes de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos estuviera tramando exactamente eso, con el proceso en plena marcha durante el gobierno del Presidente Bill Clinton.

La primera ronda de expansión de la OTAN tras la unificación alemana se produjo en 1999 con la admisión de Polonia, Hungría y la República Checa, seguido en el 2004 por los tres países bálticos, más Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Otros cuatro países se unieron en los años que siguieron, llevando la membresía de la OTAN a 30 países. En medio de ese proceso, durante el gobierno de George W. Bush, Estados Unidos comenzó además a desmantelar el sistema de control de armas estratégicas montado durante la Guerra Fría, empezando por la retirada de Estados Unidos del Tratado Antimisiles Balísticos (Tratado ABM) de 1972. El gobierno de Trump aceleró este proceso retirando a Estados Unidos del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (Tratado INF), y del Tratado de Cielos Abiertos, quedándose sólo en el Tratado New START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), que fue prorrogado por el Presidente Joe Biden poco después de asumir el cargo, como el único tratado de control de armas nucleares que queda entre Estados Unidos y Rusia.

El punto de inflexión en la amenaza de guerra actual sucedió en el 2014. Los esfuerzos incesantes para jalar a Ucrania al mercado común de la Unión Europea, mediante el Acuerdo de Asociación Ucrania-Europa, fueron rechazados como insostenibles por el gobierno ucraniano de Viktor Yanukóvich a finales del 2013, cuando quedó claro que esto asociaría de hecho a Ucrania con la OTAN y concedería a los productos europeos un acceso ilimitado al mercado ruso. El giro de Yanukóvich contra la Unión Europea dio lugar a las protestas denominadas “Euromaidan”, protagonizadas por los partidarios de alinear a Ucrania con la Unión Europea, que en enero del 2014 degeneraron en enfrentamientos mortales cuando estas manifestaciones fueron tomadas por elementos de orientación nazi, como los asociados a la figura de Stepan Bandera, el conocido nazi ucraniano que colaboró estrechamente con Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. En febrero, la violencia se intensificó y Yanukóvich fue expulsado de su cargo, y el nuevo gobierno comenzó a adoptar fuertes medidas contra la minoría de habla rusa de Ucrania, especialmente en Crimea y en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país. Todo esto se llevó a cabo con el pleno respaldo de Londres y Washington, y con el papel prominente de la funcionaria del Departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland. (EIR publicó un expediente detallado y varios informes en profundidad en su edición del 7 de febrero del 2014. El expediente está disponible en inglés aquí; y en español, “EXPEDIENTE: Potencias occidentales respaldan golpe neonazi en Ucrania”, aquí).

El 16 de marzo del 2014 se celebró un referéndum en la República Autónoma de Crimea y en el gobierno local de Sebastopol, en el que se preguntó a la población si quería integrarse a la Federación Rusa o mantener el estatus de Crimea como parte de Ucrania. En Crimea, el 97% votó a favor de la integración a la Federación Rusa con una participación del 83%; en Sebastopol también hubo un 97% de votos a favor de la integración a la Federación Rusa con una participación del 89%.

No hubo “invasión rusa a Ucrania” ni cambio de ninguna frontera por la fuerza.

Durante todo este período de tiempo, Moscú protestó contra la marcha de la OTAN hacia el este, pero fue totalmente en vano. "A pesar de nuestras numerosas protestas y súplicas, la maquinaria estadounidense se puso en marcha, la correa de transmisión sigue avanzando", dijo el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su dramático discurso del 1 de marzo del 2018, ante la Asamblea Federal, en el que anunció públicamente la nueva generación de armas estratégicas que Rusia estaba desarrollando, dos de las cuales al menos, el vehículo de planeo hipersónico Avangard para misiles balísticos intercontinentales y el misil balístico lanzado desde el aire Kinzhal, desde entonces están en servicio.

El componente económico

Comenzando en marzo del 2014, justo después del golpe de Estado de febrero del 2014 en Kiev, Estados Unidos le impuso a Rusia sanciones financieras y económicas, supuestamente por las acciones rusas en Crimea y las repúblicas del Donbass. Las sanciones están contenidas en cinco leyes que fueron aprobadas por el Congreso, seis órdenes ejecutivas presidenciales, diez “disposiciones en virtud de las órdenes ejecutivas” y otras dos “decisiones” presidenciales. Esto de acuerdo a la lista de sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Por supuesto, ha habido otras sanciones, confiscaciones de bienes, expulsiones diplomáticas por otros supuestos motivos, así como otras formas de guerra económica. Todas las sanciones relacionadas con Ucrania y Crimea siguen vigentes, no se ha levantado ninguna. La última gran ronda de nuevas sanciones se impuso en el 2018, la Ley CAATSA (Ley estadounidense para contrarrestar a adversarios a través de sanciones), coincidiendo con más sanciones adicionales por el caso Skripal.

Según diversas estimaciones, el costo para la economía rusa (PIB) de todas estas sanciones ha sido del orden de 250.000 a 400.000 millones de dólares, con pérdidas comparables impuestas a las economías europeas como resultado.

Además, en el 2016 y 2017 el Presidente Putin acusó al gobierno de Obama de haber conspirado con Arabia Saudita para bajar el precio del petróleo y así perjudicar a la economía rusa. Durante el gobierno de Trump eso no pareció continuar, ya que Rusia y Arabia Saudita llegaron a dos importantes acuerdos de precios de producción de petróleo, el segundo en el 2019 con algún tipo de participación del gobierno de Trump. 

En el 2021, la crisis llegó a su punto crítico.

Cronología de 2021

2 de febrero: La revista Proceedings del Instituto Naval de Estados Unidos, publicó un artículo del almirante Charles Richard, comandante del Comando Estratégico de Estados Unidos, en el que afirmaba que el riesgo de una guerra nuclear con Rusia o China estaba aumentando y llamaba a la acción. “Existe la posibilidad real de que una crisis regional con Rusia o China pueda aumentar rápidamente en un conflicto con armas nucleares, si ellos perciben que una derrota convencional puede amenazar al régimen o al Estado. En consecuencia, las fuerzas armadas estadounidenses deben cambiar su suposición principal de que ‘el uso nuclear no es posible’ a ‘el uso nuclear es una posibilidad muy real’, y actuar para afrontar y disuadir esa realidad”.

15 de marzo: El ejercicio Defender Europe 21, dirigido por el Ejército de Estados Unidos, comenzó y se prolongó hasta junio, con la participación de 28.000 efectivos de tropa de 27 países diferentes. El ejercicio realizó "operaciones casi simultáneas en más de 30 zonas de entrenamiento" en una docena de países, informó ArmyTimes.

16 de marzo: El gobierno británico del Primer ministro, Boris Johnson, publica su “Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior”. Entre otras cosas, el informe anunció que el arsenal de ojivas nucleares del Reino Unido pasaría de 180 a 260 ojivas. Esta decisión se tomó “en reconocimiento de la evolución del entorno de seguridad, con toda la gama de amenazas tecnológicas y de doctrinas en desarrollo”.

30 de marzo: La OTAN emitió un comunicado de prensa en el que informaba que sus aeronaves interceptaron el lunes, en menos de seis horas, a seis grupos de aviones rusos desde la costa noruega hasta el Mar Negro. Además, el reactivado V Cuerpo del Ejército de Estados Unidos, con un elemento de avanzada de 200 soldados con base en Poznan, Polonia, dio un paso más hacia su plena capacidad con la novedad de que un general polaco, el mayor general Adam Joks, había sido nombrado su subcomandante, a las órdenes del teniente general del Ejército de Estados Unidos, John Kolasheski.

1ro de abril: El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, llamó al ministro de Defensa ucraniano, Andrii Taran, “para discutir la situación de seguridad regional”, informó el Pentágono. “Condenó la reciente escalada de acciones agresivas y provocadoras de Rusia en el este de Ucrania y dio el pésame al ministro Taran por la muerte de cuatro soldados ucranianos el 26 de marzo”. Austin le garantizó a Taran, “que Washington no renunciará a Ucrania en caso de que Rusia intensifique la agresión”. Entre otras cosas, Taran dirigió la atención de Austin a los trágicos sucesos del 26 de marzo cerca del pueblo de Shumy, donde las fuerzas de ocupación rusas “mataron insidiosamente a cuatro militares ucranianos”. Austin “subrayó que, en caso de que se produzca una escalada de la agresión rusa, Estados Unidos no abandonará a Ucrania a su suerte, y tampoco permitirá que se materialicen las aspiraciones agresivas de Rusia hacia Ucrania”.

Al mismo tiempo, el servicio de inteligencia militar de Ucrania dijo que “no descartan” que haya un intento de las fuerzas rusas de adentrarse “en territorio ucraniano”. Un alto funcionario del gobierno ucraniano, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que el ejército ruso estaba practicando una “coordinación militar” con los separatistas. “A partir de mediados de abril sus unidades de combate estarán listas para una ofensiva”, le dijo el funcionario a la AFP.

13 de abril: El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, visitó el cuartel general de la Flota del Norte en Severomorsk, donde dijo que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN estaban reforzando las fuerzas navales y terrestres en el Ártico, aumentando la intensidad del entrenamiento de combate, y ampliando y modernizando la infraestructura militar. “Observo que esta actividad es típica no sólo para la región del Ártico. En los últimos tres años, el bloque del Atlántico Norte ha aumentado su actividad militar cerca de las fronteras rusas”, dijo. Asimismo, Shoigu hizo comentarios sobre los ejercicios militares Defender Europe 21, que comenzaron el 15 de marzo: “Ahora se están transfiriendo tropas estadounidenses desde la parte continental de América del Norte a través del Atlántico hacia Europa. Hay un movimiento de tropas en Europa hacia las fronteras con Rusia. Las principales fuerzas se concentran en la región del Mar Negro y la región del Báltico... En total, se concentrarán cerca de nuestro territorio 40.000 militares y 15.000 unidades de armas y equipos militares, incluida la aviación estratégica”.

“En respuesta a las actividades militares de la Alianza que amenazan a Rusia, hemos tomado las medidas adecuadas”, afirmó Shoigu. En tres semanas, dos ejércitos y tres formaciones de tropas aerotransportadas rusas se trasladaron con éxito a las fronteras occidentales de la Federación Rusa. “Las tropas han demostrado su plena disposición y capacidad para llevar a cabo tareas que garanticen la seguridad militar del país”, señaló.

14 de abril: Fuentes diplomáticas turcas informaron que se había cancelado el despliegue planeado de dos destructores de misiles guiados de la Armada de Estados Unidos, el USS Donald Cook y el USS Roosevelt, anunciado por primera vez el 9 de abril. Moscú había advertido a Washington que mantuviera sus buques alejados de Crimea y de la costa del sur de Rusia mientras realizaba un ejercicio repentino de tres semanas, en respuesta a lo que calificó de comportamiento amenazante de la OTAN. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas: "Ahora la situación es muy tensa. Como saben, hay muchas unidades militares tanto de la OTAN como de Estados Unidos, que han sido reasignadas a nuestras fronteras como parte de varios simulacros junto con equipo militar. Por supuesto, en esta situación cualquier componente militar adicional conduce a otra ola de tensión".

15 de abril: La Casa Blanca de Biden emitió una Orden Ejecutiva (OE) que proclama que las diversas acciones "malignas" de Rusia "constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos". La orden contenía una serie de nuevas sanciones contra Rusia, tales como la expulsión de diez diplomáticos, la inclusión de seis empresas de tecnología rusas en una lista negra, la sanción a 32 entidades e individuos y, lo que es más importante, la prohibición de que las instituciones financieras estadounidenses participen en el mercado primario de bonos denominados o no en rublos emitidos después del 14 de junio de 2021por el gobierno ruso y sus instituciones financieras. El propósito explícitamente declarado de las medidas era desencadenar una voluminosa fuga de capitales y un "circuito de retroalimentación negativa" que causaría estragos en la economía rusa. 

En una sesión informativa oficial, un alto funcionario del gobierno explicó que “hay elementos de esta nueva OE que nos autorizan además a ejercer medidas que no estamos haciendo ahora... Estamos preparados, en un futuro, para imponer costos sustanciales y duraderos si este comportamiento [ruso] continúa o se intensifica... También estamos transmitiendo una señal clara de que el Presidente tiene la máxima flexibilidad para ampliar las prohibiciones sobre la deuda soberana si las actividades malignas [sic] de Rusia continúan o aumentan".

Esto último se entendió ampliamente como una amenaza de que podrían seguir más sanciones que impidan la participación en el mercado secundario de bonos, mucho más importante, e incluso llegar a la llamada "opción nuclear" de expulsar a Rusia del sistema de transferencia y pago SWIFT utilizado por los bancos de todo el mundo.

14 de junio: La Orden Ejecutiva anunciada el 15 de abril de 2021 entró en vigor oficialmente dos días antes de la cumbre del 16 de junio de 2021 entre los Presidentes Biden y Putin.

23 de junio: El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que un buque de guerra ruso disparó tiros de advertencia contra el destructor de la Real Armada británica HMS Defender, el cual, dijo, había violado la frontera marítima de Rusia en torno a Crimea en el Mar Negro. El HMS Defender había entrado en aguas reclamadas por Rusia en las proximidades del cabo Fiolent de Crimea e ignoró las advertencias de que abandonara el área. No se mencionó en la cobertura de prensa, pero sí pudo verse en los sitios web de seguimiento de vuelos, un avión de inteligencia electrónica RC-135V de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que estaba rodeando la costa oeste de Crimea en el momento del encuentro naval ruso con el Defender. La cadena noticiosa británica BBC, que tenía a uno de sus corresponsales a bordo del barco, confirmó que el HMS Defender navegó deliberadamente en aguas reclamadas por Rusia para provocar una respuesta de las fuerzas rusas. “Este sería un movimiento deliberado para señalar algo a Rusia. El HMS Defender iba a navegar dentro del límite de las 12 millas (19 km) de las aguas territoriales de Crimea”, dijo el corresponsal de la BBC. 

23 de junio: El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, advirtió nuevamente sobre el peligro estratégico que enfrenta Europa, en un discurso ante la Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú. “En general, la situación en Europa es explosiva y requiere de medidas específicas para reducir la escalada. La parte rusa ha propuesto una serie de medidas. Por ejemplo, presentó una propuesta para mover las zonas de los ejercicios militares lejos de la línea de contacto”, dijo Shoigu. También señaló la propuesta de Rusia de una moratoria sobre el despliegue de misiles de corto y medio alcance en Europa, a los que calificó de "peligro especial" para Europa porque con su despliegue en Europa, "volverá la situación a cuando los europeos eran rehenes del enfrentamiento entre la URSS y Estados Unidos".

En la misma conferencia habló el general Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor ruso, quien señaló a la OTAN como un factor desestabilizador. "La actividad naval de la OTAN cerca de nuestras fronteras ha crecido considerablemente", dijo. “Los buques de guerra equipados con armas de precisión de largo alcance operan constantemente en los mares Negro y Báltico, mientras que realizan sobrevuelos con aviones de reconocimiento, patrullaje y de ataque, y también vehículos aéreos no tripulados. Las operaciones de los buques de guerra de Estados Unidos y sus aliados son claramente de carácter provocador… Se están creando las condiciones previas para que ocurran incidentes, lo que no contribuye a reducir las tensiones militares”, dijo.

26 de agosto: Se impuso una importante sanción económica adicional a Rusia, con el veto a cualquier préstamo adicional del FMI o del Banco Mundial a Rusia y prohibiendo a las instituciones financieras estadounidenses comprar bonos no denominados en rublos emitidos directamente por Rusia. Esto obligó a un aumento inmediato del 1% en la tasa de recompra del Banco Central de Rusia, porque se consideró un preludio a la prohibición de que las instituciones financieras occidentales compraran bonos rusos en los mercados secundarios, un paso mucho más severo que se ha caracterizado como parte de la “opción nuclear” de las sanciones financieras. Además, no era evidente a qué se suponía que respondía esta Orden Ejecutiva, aparte de que el Congreso echara espuma por la boca en medio de la histeria del “Rusia-gate” a Trump. El incidente del estrecho de Kerch había ocurrido nueve meses antes, el 25 de noviembre de 2018. El evento importante más inmediato anterior fue la conferencia de los bancos centrales donde hablaron del "cambio de régimen" fiscal, en el centro turístico Jackson Hole del 22 al 24 de agosto de 2019.

20 de septiembre: La OTAN dio inicio al Ejercicio Rapid Trident 21 en el campo de entrenamiento de Yavoriv en el oeste de Ucrania, con 6.000 soldados de quince países, entre ellos 300 de Estados Unidos. Los simulacros se calificaron como "un paso importante hacia la integración europea de Ucrania", dijo el general de brigada Vladyslav Klochkov, codirector de los ejercicios. "Las fuerzas armadas ucranianas, que han estado frenando la agresión rusa durante ocho años, compartirá su experiencia de combate única con sus colegas internacionales", dijo, y agregó: "Fortalecerá las capacidades operativas de nuestras tropas, mejorará la interoperabilidad entre las unidades y cuarteles generales de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Estados Unidos y los socios de la OTAN".

6 de octubre: La OTAN ordenó la expulsión de ocho diplomáticos de la misión rusa en la sede de la OTAN en Bruselas, alegando que eran "oficiales de inteligencia rusos no declarados". Moscú tomó represalias con el anuncio del 18 de octubre de que cerraría la misión rusa en la OTAN y cerrarían la oficina de información de la OTAN en Moscú y su personal sería despojado de su acreditación. “Si alguien alguna vez creyó en la sinceridad de esas declaraciones [de la OTAN], hoy no queda ninguno. Su verdadero precio está claro para todos”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Grushko, en respuesta a la acción de la OTAN.

11 de octubre: Dos bombarderos B-1B, que volaban desde Fairford, Inglaterra, aterrizaron en la base aérea estadounidense de Spangdahlem, Alemania, para un "reabastecimiento de combustible al aterrizar y listos para continuar", y luego volaron a Lituania, donde practicaron el trabajo con los controladores terrestres sobre cómo bombardear objetivos simulados.

16 de octubre: El Ministerio de Defensa de Rusia informó que el gran buque de guerra antisubmarina Almirante Tributs de la Flota del Pacífico de Rusia "frustró" el intento de un destructor de misiles guiados estadounidense, el USS Chafee, de cruzar a las aguas territoriales rusas en el Mar de Japón. Según la declaración del Ministerio, el Chafee intentó cruzar la frontera de Rusia hacia la bahía de Pedro el Grande, pero el Almirante Tributs le advirtió que no lo hiciera. Después de que el barco ruso llegara a 60 metros, el Chafee finalmente regresó a aguas internacionales. 

18 de octubre: La OTAN inició su ejercicio anual de intercambio nuclear Steadfast Noon, que incluye “vuelos de entrenamiento con aviones de combate de doble capacidad [nuclear y convencional], así como aviones convencionales, respaldados por aviones de vigilancia y reabastecimiento de combustible”, informó un comunicado de prensa de la OTAN. “No se utilizan armas reales. Este ejercicio ayuda a garantizar que la disuasión nuclear de la OTAN siga siendo segura y eficaz". 

19 de octubre: El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, aterrizó en Kiev y prometió a los dirigentes del régimen que Estados Unidos los respaldará en su conflicto con Rusia. “Permítanme subrayar lo que dijo el Presidente Biden durante la reciente visita del Presidente Zelensky a Washington. El apoyo de Estados Unidos a la soberanía e integridad territorial de Ucrania es inquebrantable”, declaró en una conferencia de prensa en el Ministerio de Defensa de Ucrania. “Por lo tanto, pedimos nuevamente a Rusia que ponga fin a su ocupación de Crimea... que deje de perpetuar la guerra en el este de Ucrania... que ponga fin a sus actividades desestabilizadoras en el Mar Negro y a lo largo de las fronteras de Ucrania... y que detenga sus persistentes ataques cibernéticos y otras actividades malignas contra Estados Unidos y nuestros aliados y socios". Señaló que Estados Unidos ha gastado $2.500 millones de dólares en apoyo a las fuerzas militares de Ucrania "para que puedan preservar la integridad territorial de su país y asegurar sus fronteras y aguas territoriales".

"Creo que nuestra postura en la región sigue presentando una amenaza creíble contra Rusia y permite que las fuerzas de la OTAN operen con mayor eficacia si falla la disuasión", dijo Austin al día siguiente en Rumanía. "Y creo que esto se debe a nuestro compromiso de mantener una presencia rotativa de las fuerzas estadounidenses".

21 de octubre: En el primer día de su reunión en Bruselas, los Ministros de Defensa de la OTAN respaldaron “un nuevo plan general para defender nuestra Alianza”. El nuevo plan incluye “ mejoras significativas en nuestra defensa aérea y antimisiles, fortalecer nuestras capacidades convencionales con aviones de quinta generación, adaptar nuestros ejercicios e inteligencia, y mejorar la preparación y eficacia de nuestra disuasión nuclear". El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza ha aumentado su presencia en el Mar Negro, "porque el Mar Negro es de importancia estratégica para la OTAN".

21 de octubre: Putin advirtió en un discurso ante el Club Valdai que Ucrania ni siquiera tiene que ser incorporada formalmente a la alianza de la OTAN para representar una amenaza estratégica para Rusia. “La membresía formal en la OTAN en última instancia puede no suceder, pero el desarrollo militar del territorio ya está en marcha”, dijo Putin. “Y esto realmente representa una amenaza para la Federación de Rusia… Mañana podrían aparecer cohetes cerca de Jarkov, ¿qué vamos a hacer al respecto? Nosotros no estamos colocando nuestros misiles allí, son ellos metiéndonos los suyos frente a nuestras narices”, agregó.

Putin se refirió ahí a la promesa de la OTAN de no trasladar su infraestructura hacia el este después de la reunificación de Alemania, una promesa que no cumplió. “Todos, de todos los lados, dijeron que después de la unificación, en ninguna circunstancia la infraestructura de la OTAN se movería hacia el Este, Rusia debería haber podido al menos confiar en eso. Eso es lo que dijeron, hubo declaraciones públicas. ¿Pero en la práctica? Mintieron... y luego la expandieron una vez, y luego la expandieron otra vez”.

29 y 30 de octubre: El buque de mando de la Sexta Flota de Estados Unidos, USS Mt. Whitney, y el destructor de misiles guiados USS Porter, ingresaron al Mar Negro “para garantizar la seguridad y estabilidad en la región”, según el comunicado de prensa de la Sexta Flota. 

30 de octubre: The Washington Post citó en un artículo a funcionarios no identificados, según los cuales los rusos están empeñados en otra concentración de tropas a lo largo de la frontera con Ucrania. Dijeron que los movimientos de tropas han reavivado las inquietudes que surgieron en abril: “La cuestión es que, no se trata de un simulacro. No parece ser un ejercicio de entrenamiento. Algo está pasando. ¿Qué es?”, dijo Michael Kofman, director del programa de estudios de Rusia en el grupo de análisis sin fines de lucro CNA, con sede en Virginia.

1 de noviembre: La cadena noticiosa Político publicó imágenes satelitales que pretenden mostrar una concentración de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania, con unidades blindadas, tanques y artillería autopropulsada, junto con tropas terrestres que se concentran cerca de la ciudad rusa de Yelnia, cerca de la frontera con Bielorrusia. En la zona se vieron elementos del 1er Ejército de Tanques de la Guardia. El ejército “ha sido diseñado para realizar operaciones en todos los niveles de combate, desde la contrainsurgencia hasta la guerra mecanizada”, informó el grupo de análisis de defensa de la revista Jane

Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Ucrania negó la acumulación rusa informada, y declaró oficialmente: “Para el 1º de noviembre de 2021, no se registró una transferencia adicional de unidades, armas y equipo militar rusos a la frontera estatal de Ucrania”.

2 de noviembre: El Consejo de Seguridad de Rusia anunció que el director de la CIA, Nicholas Burns, estaba en Moscú para sostener dos días de conversaciones con Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad. Según las filtraciones que dio a conocer CNN el 5 de noviembre, Biden envió a Burns a Moscú para decirle a los rusos que detuvieran la concentración de tropas cerca de las fronteras de Ucrania, que Estados Unidos vigilaba de cerca.

8 de noviembre: El ejército de Estados Unidos anunció el restablecimiento del 56avo Comando de Artillería en Wiesbaden, Alemania. Durante la Guerra Fría, el 56avo fue el comando que controlaba los misiles Pershing y Pershing II del Ejército de EU en Europa. 

8 de noviembre: Por primera vez una resolución del Congreso (en el Senado, ya aprobada por la Cámara de Representantes) planteó la exigencia de imponer “sanciones aplastantes” a la economía de Rusia, supuestamente para detener el oleoducto Nord Stream 2, porque, en palabras del senador James Risch, “Rusia está creando y armando esta crisis energética”, la cual se generó realmente por los mandatos verdes de la Unión Europea y los mercados especulativos. El senador Ron Johnson dijo que Estados Unidos debería “utilizar sanciones aplastantes para detener el oleoducto”. El senador Tom Cotton agregó: “El gasoducto Nord Stream 2 ampliará la influencia rusa y amenazará la seguridad energética en toda Europa. Dado que el gobierno de Biden no responsabilizará a Putin, el Congreso debe tomar medidas para garantizar que nuestros aliados de la OTAN no sean rehenes de la energía rusa”.

11 de noviembre: La agencia noticiosa Bloomberg News, informó con base en varias fuentes no identificadas, que funcionarios estadounidenses habían informado a sus homólogos de la Unión Europea sobre sus inquietudes por una posible operación militar rusa contra Ucrania y plantearon la posibilidad de una respuesta colectiva. El Primer Representante Permanente Alterno de la Misión de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, negó que Rusia tuviera planes de invadir Ucrania. “Nunca hemos contemplado tal cosa y nunca lo haremos”, dijo. “A menos que Ucrania o algún otro país haga una provocación. Entonces defenderemos nuestra soberanía nacional ya que hay muchas amenazas provenientes de Ucrania. Y no olvide que los buques de guerra estadounidenses se encuentran ahora en el Mar Negro y sus acciones son muy provocadoras. Cada día es difícil, ya que tratamos de evitar choques directos en el Mar Negro. Advertimos a nuestros colegas estadounidenses que sus acciones son pura provocación, pero tenemos derecho a desplegar nuestras tropas donde lo consideremos oportuno”.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió ayer que Rusia está preparada para actuar contra cualquier provocación de la OTAN. “Si es necesario, tomaremos medidas para garantizar nuestra seguridad si hay acciones de provocación de nuestros oponentes cerca de nuestras fronteras”, dijo. “Me refiero a la OTAN y las fuerzas de la OTAN que están tomando acciones bastante tajantes en las proximidades de nuestras fronteras, tanto en el aire, en el agua, como en tierra”.

12 de noviembre: La Sexta Flota de Estados Unidos anunció que el USS Mt. Whitney y el USS Porter llegaron al puerto rumano de Constanza para una visita de tres días, pero no antes de participar en un ejercicio con otros cinco barcos, entre ellos dos de Ucrania, en un ejercicio frente a la costa rumana, según un comunicado del Ministerio de Defensa rumano. Según el Ministerio, “se entrenaron conjuntamente para fortalecer la capacidad de respuesta de la OTAN en el Mar Negro”.

El Ministerio de Defensa ruso anunció que un par de bombarderos estratégicos Tu-160 sobrevolaron las aguas adyacentes a Noruega y las Islas Británicas. El Ministerio informó asimismo sobre un gran número de aviones de reconocimiento de la OTAN sobre el Mar Negro durante las 24 horas anteriores, incluidos tres aviones de patrulla P-8A de la Armada de EU, un C-160G francés que volaba desde Rumania, un RC-135W de EU y un avión espía U-2, y declaró: “El Ministerio de Defensa de Rusia considera la agresiva actividad militar estadounidense en la región del Mar Negro como una amenaza para la seguridad regional y la estabilidad estratégica”.

16 de noviembre: El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, se reunió en Kiev con el Presidente Zelensky de Ucrania y firmó una declaración conjunta con el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov. Zelensky “agradeció a Ben Wallace por el apoyo inquebrantable del Reino Unido a la independencia y la integridad territorial de nuestro país dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”, según un comunicado emitido por su oficina. La declaración también informa que “Volodymyr Zelensky también elogió la firma del Acuerdo Marco Bilateral Ucraniano-Británico sobre el apoyo crediticio oficial para el desarrollo de las capacidades de la flota ucraniana” y agrega que el Presidente subrayó: “El Reino Unido se ha convertido en nuestro socio fundamental en la construcción de la flota ucraniana. Espero que los proyectos de seguridad futuros planificados en virtud de este acuerdo se implementen de manera efectiva”. 

17 de noviembre: El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dio la bienvenida al Pentágono al recién nombrado ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, con estas palabras: “Como ustedes, estamos vigilando de cerca los movimientos militares rusos cerca de sus fronteras, y hemos dejado en claro nuestra preocupación por las actividades desestabilizadoras de Rusia y nuestro deseo de una mayor transparencia”.

18 de noviembre: En una reunión del Consejo de Política Exterior de Rusia, el Presidente Putin denunció los repetidos vuelos de bombarderos estadounidenses cerca de las fronteras de Rusia. “De hecho, expresamos constantemente nuestra preocupación por estos asuntos y hablamos de líneas rojas, pero por supuesto, entendemos que nuestros socios son peculiares en el sentido de que tienen un enfoque, cómo decirlo suavemente, muy superficial de nuestras advertencias sobre las líneas rojas”. Putin repitió que las inquietudes rusas sobre la expansión de la OTAN hacia el este “han sido totalmente ignoradas”.

19 de noviembre: La Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, llegó a Bruselas para informar a los embajadores de la OTAN acerca de la inteligencia estadounidense sobre la situación y una posible intervención militar rusa en Ucrania. El periódico The New York Times informó: “El viaje de Haines fue largamente planificado y abarcó una variedad [de] temas, pero entre las amenazas de corto plazo que se discutieron, estuvieron las crecientes preocupaciones sobre Rusia, dijeron funcionarios no identificados... Los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos están cada vez más convencidos de que el Presidente de Rusia, Vladimir V. Putin, está considerando la posibilidad de emprender una acción militar para tomar control de una franja más amplia de Ucrania, o para desestabilizar al país lo suficiente como para dar paso a un gobierno más favorable a Moscú”.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sugirió que si el nuevo gobierno alemán, el cual todavía seguía dependiendo de las discusiones al interior de la coalición, se retirara del acuerdo de compartir las bases nucleares de la OTAN, las bombas nucleares B61 que están actualmente almacenadas en Alemania podrían desplazarse hacia el este. “Por supuesto, corresponde a Alemania decidir si se desplegarán armas nucleares en este país, pero existe una alternativa a esto; es posible que las armas nucleares terminen fácilmente en otros países europeos, incluidos los que están al este de Alemania”, afirmó.

20 de noviembre: El jefe de la inteligencia militar ucraniana, general de brigada Kyrylo Budanov, le dijo a Military Times en las márgenes de la Conferencia Internacional de Seguridad en Halifax, que Rusia tiene más de 92.000 efectivos de tropas agrupados a lo largo de la frontera con Ucrania y se está preparando para atacar a finales de enero o principios de febrero del 2022.

21 de noviembre: Bloomberg publicó un informe en el que cita fuentes anónimas que dicen que Estados Unidos ha compartido inteligencia, incluso mapas, con sus aliados europeos, que muestran una concentración de 100.000 efectivos y artillería rusos, para prepararse para un ataque rápido y a gran escala en Ucrania desde múltiples lugares, si Putin decidiera invadir.

30 de noviembre: Radio Free Europe informó que los republicanos habían bloqueado la votación de la NDAA (Ley de Autorización de la Defensa Nacional) hasta que se añadieran las sanciones al gasoducto Nord Stream 2, objetando que el oleoducto Rusia-Alemania en el Mar Báltico le negará miles de millones en ingresos anuales a la “aliada” Ucrania. (El oleoducto terrestre Yamal-Europa atraviesa Ucrania, la cual cobra tasas de tránsito). El líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo: “considerar la posibilidad de imponer sanciones al oleoducto que alimenta la intrusión de Putin en Europa, incluyendo las disposiciones del senador Risch que reflejan fielmente el lenguaje que la Cámara de Representantes añadió por unanimidad, merece ciertamente el tiempo del Senado”.

5 de diciembre: La neoconservadora demócrata, Michelle Flournoy, ex subsecretaria de Defensa para Política en la Presidencia de Barack Obama, estuvo en el programa dominical "Fox News Sunday" y declaró que el Presidente Biden, en su próxima cumbre por videoconferencia con el Presidente Putin, el 7 de diciembre, iba a amenazar a Rusia con sanciones financieras y económicas “mucho más severas” que cualquiera de las impuestas anteriormente. Lo que “el gobierno con sus aliados está considerando activamente”, declaró Flournoy, “son una serie cada vez mayor de sanciones que van más allá de lo que se ha hecho antes. Estoy segura de que están estudiando la posibilidad de sancionar el sistema bancario, sancionar el sector energético, posiblemente sacar a Rusia del sistema SWIFT, que permite todas sus transacciones financieras internacionales. Por lo tanto, están buscando métodos mucho más serios... un nivel de dolor mucho mayor que cualquier cosa" a la que se haya enfrentado Rusia hasta la fecha. 

6 de diciembre: El día anterior a la videoconferencia entre Biden y Putin, el alto funcionario anónimo de siempre de la Casa Blanca, informó a la prensa que todos los aliados de la OTAN habían acordado un paquete de “sanciones financieras que impondrían un daño económico significativo y grave a la economía rusa”, si Rusia invadía Ucrania. “Creemos que hay un camino a seguir que nos permitirá transmitir un mensaje claro a Rusia, de que habrá costos genuinos, significativos y duraderos si lo que escogen es seguir adelante, si decidieran seguir adelante con una escalada militar... Hemos mantenido intensas conversaciones con nuestros socios europeos sobre lo que haríamos colectivamente en caso de una gran escalada militar rusa en Ucrania, y creemos que tenemos un camino a seguir que implicaría importantes contramedidas económicas tanto por parte de los europeos como de Estados Unidos”, dijo el funcionario. “Hemos armado un paquete bien agresivo”.

En su cobertura, la CNN planteó la “opción nuclear” directamente: “Los funcionarios también han estado sopesando la posibilidad de desconectar a Rusia del sistema internacional de pagos SWIFT, del que Rusia sigue dependiendo en gran medida, según dos fuentes conocedoras de las conversaciones. Esto se considera una opción 'nuclear'. El Parlamento Europeo aprobó en primavera una resolución no vinculante en la que se pedía una medida de este tipo en caso de que Rusia invadiera Ucrania, y Estados Unidos lo ha discutido con sus homólogos de la Unión Europea”.

Más tarde el mismo día, luego de que Biden hubiese hablado personalmente con los jefes de Estado europeos, la Casa Blanca emitió una declaración que no mencionaba las sanciones financieras o daños económicos significativos contra Rusia. Decía que, “la diplomacia es el único camino para resolver el conflicto en Donbás mediante la aplicación de los Acuerdos de Minsk”.

7 de diciembre: Los Presidentes Biden y Putin tuvieron una cumbre por videoconferencia, después de la cual el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, le aseguró a los medios de comunicación que Biden le “había dicho al Presidente Putin directamente que si Rusia invade aún más a Ucrania, Estados Unidos y nuestros aliados europeos van a responder con medidas económicas muy fuertes”. Además Biden le dijo a Putin que “podríamos darle a los ucranianos material defensivo adicional, más allá de lo que ya les estamos proporcionando”, y que Estados Unidos “fortificará a nuestros aliados de la OTAN en el flanco oriental, con capacidades adicionales en respuesta a dicha escalada”.

7 de diciembre: Victoria Nuland, subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, declaró ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, momentos después de concluir la cumbre entre Biden y Putin, que el gobierno estaba preparando posibles medidas económicas y militares contra Rusia. “La intención es dejar claro que las sanciones iniciales en respuesta a cualquier otro movimiento agresivo en Ucrania serán extremadamente significativas y aislantes para Rusia y para los negocios rusos y el pueblo ruso”. Nuland añadió que los militares ucranianos habían recibido nuevas armas y entrenamiento de una coalición liderada por Estados Unidos, y que “los rusos tendrán una lucha muy grande en sus manos, habrá graves bajas para ellos”. El presidente del Comité, el senador Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey), añadió: “Lo que se está discutiendo es el extremo máximo del espectro, o lo que he llamado ‘La madre de todas las sanciones’”.

7 de diciembre: El senador Roger Wicker (republicano por Mississippi), segundo republicano de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado, declaró en Fox News que Estados Unidos debería considerar ser primeros en utilizar armas nucleares en un ataque contra Rusia. “La acción militar podría significar que mantengamos nuestros barcos en el Mar Negro, y hagamos llover la destrucción sobre la capacidad militar rusa... Podría significar que participemos, no lo descartaría, yo no descartaría la presencia de tropas estadounidenses sobre el terreno. No descartamos ser los primeros en utilizar una acción nuclear”.

12 de diciembre: La nueva ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, declaró en una entrevista en la televisión nacional que el gasoducto Nord Stream 2 no podía entrar en funcionamiento porque, según los acuerdos de la coalición gubernamental alemana, el gasoducto no era compatible con la legislación energética europea. El gobierno anterior de Angela Merkel había constatado lo contrario. Baerbock, líder del Partido Verde, no explicó el cambio de rumbo. El periódico de Washington D.C., The Hill, señaló que los Verdes [el partido Verde] quieren que Ucrania esté en la OTAN.

19 de diciembre: El típico funcionario anónimo de la Casa Blanca le dijo a la CNN y otros medios de comunicación que “solo había una ventana de alrededor de cuatro semanas” para obligar a Rusia a echarse para atrás y que las sanciones previstas por Estados Unidos “serían abrumadoras, inmediatas e infligirían costos significativos a la economía rusa y a su sistema financiero”.

21 de diciembre: En un artículo de opinión, el senador Roger Wicker profundizó en sus anteriores amenazas de lanzar un ataque nuclear preventivo contra Rusia. “El Presidente Biden debería subir la apuesta advirtiéndole [a Putin] que una invasión le haría cargar con un número de víctimas rusas intolerablemente alto. Esto significa dejar todas las opciones sobre el tapete y no hacer ninguna concesión... En segundo lugar, el Presidente Biden debería armar a Ucrania con el armamento avanzado que necesita desesperadamente... En tercer lugar, la OTAN debería enviar efectivos de tropa adicionales para complementar las fuerzas terrestres de Ucrania... Un aumento de las tropas de la OTAN disuadiría a Putin de invadir... En cuarto lugar, para demostrar que esto es en serio, el Presidente Biden debería sancionar a los funcionarios rusos relacionados con el gasoducto Nord Stream 2... Ahora hay un apetito bipartidista en aumento en el Congreso para apretarle las tuercas financieras al Kremlin”.

21 de diciembre: En un extenso informe presentado en una reunión ampliada del Consejo del Ministerio de Defensa, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, declaró: “Las tensiones van en aumento en las fronteras occidental y oriental de Rusia. Estados Unidos está intensificando su presencia en las fronteras rusas”.

“Estados Unidos y la OTAN están aumentando a propósito la escala e intensidad de las actividades de entrenamiento militar cerca de Rusia. Cada vez más, involucran a la aviación estratégica, llevando a cabo lanzamientos simulados de misiles nucleares en nuestras instalaciones. El número de sus vuelos cerca de las fronteras rusas se ha duplicado con creces", continuó Shoigu. “La OTAN presta especial atención a las cuestiones de la transferencia de efectivos al flanco oriental de la alianza, incluso desde la parte continental de Estados Unidos. En los ejercicios se ensayan varias opciones para utilizar grupos de coalición contra Rusia con el uso de los Estados no alineados, Georgia, Moldavia y Ucrania”.

“Se ha comprobado de forma fehaciente la presencia de más de 120 empleados de empresas militares privadas estadounidenses en los asentamientos de Avdeevka y Priazovskoe en la región de Donetsk. Equipan posiciones de tiro en edificios residenciales y en instalaciones socialmente significativas, preparan a las fuerzas de operaciones especiales ucranianas y a los grupos armados radicales para las actividades hostiles”, informó Shoigu. “Para cometer provocaciones, fueron entregados tanques con componentes químicos no identificados en las ciudades de Avdeevka y Krasny Liman”.

En esa misma reunión del Consejo del Ministerio de Defensa, el propio Presidente ruso, Vladimir Putin, dio la voz de alarma: “Lo que ellos [Estados Unidos] están haciendo en estos momentos en el territorio de Ucrania, o lo que tratan de hacer y quieren hacer, no están a miles de kilómetros de nuestra frontera nacional. Esto está a las puertas de nuestra casa. Tienen que entender que sencillamente no tenemos más espacio para retroceder... ¿Acaso creen que no estamos viendo estas amenazas? ¿O creen que tenemos una voluntad tan débil que nos limitamos a ver de soslayo las amenazas que se ciernen sobre Rusia?”. Putin concluyó diciendo: “Como ya he señalado, en caso de que continúe la línea evidentemente agresiva de nuestros colegas occidentales, tomaremos medidas técnico-militares de represalia adecuadas y reaccionaremos con dureza ante los pasos no amistosos. Y quiero recalcar que tenemos todo el derecho de hacerlo, tenemos todo el derecho de tomar las acciones diseñadas para garantizar la seguridad y la soberanía de Rusia... Estamos extremadamente preocupados por el despliegue de elementos del sistema global de defensa antimisiles de Estados Unidos cerca de Rusia”.

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