¿Por qué Estados Unidos es tan importante en política exterior para República Dominicana en un mundo tan diverso y relacionado? Un secreto, aunque no el mejor guardado.
¿Por qué República Dominicana provoca ahora un inusual interés de parte de Estados Unidos? Lo de amigo, socio y aliado no es suficiente, pues siempre lo han sido.
E incluso la aberrante condición de invadido, o intervenido, dos ocasiones durante el siglo pasado, y de influencias permanentes. Más o menos según la circunstancia.
La delegación que viene a la toma de posesión del nuevo gobierno, que se supone de un día para otro o por un día, de tan masiva intriga. Según se comenta en Washington fueron expedidas 35 visas para igual número de funcionarios y agentes de seguridad.
Que se recuerde solo Leonel Fernández viajaba con tanta gente, y se sabía que era ociosa, graciosa, una manera de ganarse aprecio y simpatía. La compensación de quien era solitario en el poder.
El afán u obsesión del flamante canciller lleva a considerar una situación extremadamente preocupante: que sirva más al interés extranjero que al nacional. Que sea procónsul en su propia tierra.
El affaire Paliza- Feris hizo perder de vista otro aspecto del problema de la inminente política exterior. No solo repele el Foro de Sao Paulo, sino también la Socialdemocracia.
No debe pasarse por alto que el saliente canciller es miembro destacado, vicepresidente para América Latina, de la Internacional Socialista. El sesgo ideológico tal vez no fuera decisivo en el desempeño de Miguel Vargas, pero sí lo será para Roberto Álvarez.
Una delegación norteamericana visitó recientemente Taiwán, y podría ser una forma alevosa de Donald Trump o el Departamento de Estado de fastidiar a los chinos, pero también uno de los tantos pasos para que las cosas vuelvan a la posición anterior.
Recuperar el mundo para Taiwán suena infantil, pero con Trump no se sabe, y ojalá que el invento no empiece por aquí. En política no hay amigo, ni aliado, hay intereses, y los dominicanos no coinciden con los norteamericanos.
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