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Coronavirus cobra saldo desproporcionado a minorĂ­as en EEUU

 

Alrededor de 215.000 personas mĂ¡s que lo usual murieron en Estados Unidos en los primeros siete meses de 2020, lo que indica que el nĂºmero de vidas que se perdieron por el coronavirus es mucho mayor que el saldo oficial. La mitad de los muertos fueron personas que no son de raza blanca: negros, hispanos, indĂ­genas y, a un nivel hasta ahora no reconocido, asiĂ¡ticos.

Las nuevas cifras de los Centros para el Control y la PrevenciĂ³n de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglĂ©s) resaltan una marcada disparidad: las muertes entre las minorĂ­as durante la crisis han aumentado mucho mĂ¡s que entre los estadounidenses de raza blanca.

Para el final de julio, el saldo oficial de muertes en Estados Unidos por COVID-19 era de alrededor de 150.000. Ha aumentado desde entonces a mĂ¡s de 170.000.

Pero las autoridades de salud pĂºblica han sabido desde hace tiempo que algunas muertes por coronavirus, especialmente a inicios de la pandemia, fueron atribuidas a otras causas y que la crisis podrĂ­a haber llevado indirectamente a la pĂ©rdida de muchas otras vidas al desalentar a personas con otros padecimientos graves a buscar tratamiento.

Un conteo de muertes por todas las causas durante el perĂ­odo de siete meses arroja lo que segĂºn los expertos es una imagen mĂ¡s completa y alarmante del desastre y sus dimensiones raciales.

Las personas de color son poco menos de 40% de la poblaciĂ³n de Estados Unidos, pero representaron aproximadamente 52% de todas las “muertes en exceso” sobre lo normal hasta el final de julio, de acuerdo con un anĂ¡lisis de The Associated Press y The Marshall Project, una organizaciĂ³n noticiosa sin fines de lucro que cubre el sistema de justicia penal.

“El saldo de la pandemia muestra lo ubicuo que es el racismo estructural”, dijo Olugbenga Ajilore, economista del Center for American Progress, una organizaciĂ³n de polĂ­ticas pĂºblicas en Washington.

Los datos iniciales de casos, hospitalizaciones y muertes revelaron un efecto especialmente grande en negros, hispanos e indĂ­genas, una disparidad atribuida a un acceso desigual a la atenciĂ³n mĂ©dica y las oportunidades econĂ³micas, pero los incrementos en los nĂºmeros de muertes por razas no fueron reportados hasta ahora, como tampoco lo fue la carga desproporcionada sobre los estadounidenses de origen asiĂ¡tico.

Con los nuevos datos, los asiĂ¡tico-estadounidenses se suman a negros e hispanos entre las comunidades mĂ¡s azotadas, con las muertes en cada grupo arriba al menos 30% este año comparado con el promedio de los cinco años anteriores, concluye el anĂ¡lisis. Las muertes entre los indĂ­genas estadounidenses subieron mĂ¡s de 20%, un conteo claramente menor que el real debido a la falta de datos. Las muertes entre los blancos subieron 9%.

El saldo entre los asiĂ¡tico-estadounidenses ha recibido menos atenciĂ³n, debido quizĂ¡s en parte a que los nĂºmeros de quienes han muerto —unos 14.000 mĂ¡s que lo normal este año— son mucho menores que entre otros grupos. Aun asĂ­, el incremento de 355 entre los asiĂ¡ticos es el segundo mĂ¡s elevado, despuĂ©s de los hispanos.

Cada año, mueren como promedio unos 1,7 millones de personas en Estados Unidos entre enero y el final de julio. Este año, la cifra fue de alrededor de 1,9 millones.

De las posibles 215.000 muertes adicionales por encima de la norma hasta el final de julio —un total que ha aumentado a hasta 235.000— la mayor parte fueron atribuidas oficialmente a infecciones con coronavirus. El resto fueron atribuidas a otras causas, incluso problemas cardĂ­acos, hipertensiĂ³n y otros tipos de padecimientos respiratorios.

CDC no ha provisto aĂºn un desglose por razas o etnias de las muertes por otras causas. Los nuevos datos son considerados provisionales y sujetos a cambios a medida en que llegue mĂ¡s informaciĂ³n. Ciertas categorĂ­as de muertes —suicidios y sobredosis de drogas, por ejemplo— a menudo requieren largas investigaciones antes de la asignaciĂ³n de una causa.

El efecto desproporcionado del brote en las comunidades de color no se limita a una regiĂ³n especĂ­fica del paĂ­s.

El virus azotĂ³ inicialmente las Ă¡reas urbanas de las costas este y oeste del paĂ­s. ero de acuerdo con la estudiosa Carrie Henning-Smith, de la Universidad de Minnesota, esas disparidades se han visto tambiĂ©n a medida en que el virus se disemina por el paĂ­s hacia estados del sur y el oeste con grandes poblaciones rurales.

Por ejemplo, Arizona reportĂ³ casi 60% mĂ¡s muertes de indĂ­genas en lo que va de año comparado con los años previos y Nuevo MĂ©xico registrĂ³ un aumento de mĂ¡s de 40%. Entre los dos estados, han muerto 1.100 indĂ­genas mĂ¡s que lo normal.

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El videorreportero de la AP Marshall Ritzel contribuyĂ³.

Este reportaje es una colaboraciĂ³n entre The Associated Press y The Marshall Project. Anna Flagg y Damini Sharma reportaron por The Marshall Project.

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