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Mientras exista la propaganda de los medios de comunicación, la democracia es una farsa


Escrito por Caitlin Johnstone a travƩs de Medium.com,

Según los informes, una nueva encuesta de Reuters / Ipsos descubrió que la mayoría de los estadounidenses cree en la narrativa completamente desacreditada de que el gobierno ruso pagó a los combatientes vinculados con los talibanes para matar a las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y sus aliados en AfganistÔn.

"La mayorĆ­a de los estadounidenses cree que Rusia pagó a los talibanes para matar soldados estadounidenses en AfganistĆ”n el aƱo pasado en medio de negociaciones para poner fin a la guerra, y mĆ”s de la mitad quiere responder con nuevas sanciones económicas contra MoscĆŗ", segĆŗn una encuesta de Reuters / Ipsos publicada el miĆ©rcoles. ",  Informa Reuters .

" En general, el 60% de los estadounidenses dijo que los informes de recompensas rusas sobre los soldados estadounidenses eran" muy "o" algo "creĆ­bles, mientras que el 21% dijo que no eran creĆ­bles y el resto no estaba seguro", dice Reuters.

Ese 21 por ciento es objetivamente correcto: la historia no es creĆ­ble y ni siquiera es cercana. Gareth Porter  muestra en  The Grayzone  cómo la narrativa de "Bountygate" es tan infundada que incluso las agencias de inteligencia de EE. UU. La han descartado, Joe Lauria de  Consortium News  explica  cómo no tiene ningĆŗn sentido, y  Alan MacLeod de FAIR  desglosa pĆ©sima mala prĆ”ctica periodĆ­stica que entró en circulación esta historia increĆ­blemente poco precisa para el pĆŗblico en general.

La historia no presenta hechos sólidos ni información verificada. Lo que sĆ­ avanza son  agendas imperialistas preexistentes  como  permanecer en AfganistĆ”n , matar el Ćŗltimo de los acuerdos nucleares restantes con MoscĆŗ y fabricar apoyo pĆŗblico para nuevas sanciones a Rusia.

Y sin embargo, la mayorĆ­a de la gente lo creĆ­a, y aĆŗn lo cree.

La narrativa de que Rusia pagó a los combatientes talibanes para matar a las fuerzas de ocupación ahora se considera un hecho establecido en muchos círculos clave, a pesar de estar respaldado por literalmente cero hechos.

Si la gente fuera tan objetiva y experta en el pensamiento crĆ­tico como  tendemos a creer que somos , la facilitación desmesurada de los medios de comunicación de una descarada psicópata de la guerra frĆ­a por sĆ­ misma habrĆ­a eliminado toda la confianza pĆŗblica en la institución de los informes de noticias masivas. Pero la gente  no es tan objetiva y experta en el pensamiento crĆ­tico  como tendemos a creer que somos. Las personas tienen muchos sesgos cognitivos que distorsionan nuestra capacidad de procesar objetivamente información y comprender eventos, incluido  uno que nos hace creer que algo es cierto solo porque lo han escuchado decir varias veces. Esto nos hace fĆ”cilmente susceptibles a la propaganda de los medios de comunicación, donde nuestros encuentros con titulares de noticias diarias pueden dar forma a nuestra percepción de lo que estĆ” sucediendo en el mundo, independientemente de si esos titulares estĆ”n respaldados o no por hechos reales.


Esta Ćŗltima encuesta es un ejemplo perfecto de cómo  los medios de comunicación de propiedad de plutócratas  manipulan la opinión pĆŗblica en interĆ©s de las agendas de establecimiento que utilizan campaƱas de propaganda descaradas, pero es solo el ejemplo mĆ”s reciente. Una y otra y otra vez vemos la percepción pĆŗblica de lo que estĆ” sucediendo distorsionada por las mentiras insertadas en sus mentes por los medios de comunicación corporativos, como cuando medio aƱo  despuĆ©s de  la invasión de Irak,  siete de cada diez estadounidenses creĆ­an que  Saddam Hussein era responsable del 9 / 11 ataques. Todo lo que se necesitó para engaƱarlos para que creyeran esto y apoyar la invasión fue mencionar repetidamente el 11 de septiembre y Saddam en el mismo aliento, a pesar de que nunca hubo evidencia alguna de tal cosa.

Este tipo de manipulación no es rara, es omnipresente y continua. Todos los dĆ­as, los medios plutocrĆ”ticos ponen ideas en las mentes de las personas que favorecen el establecimiento sobre el cual dichos plutócratas han construido sus reinos, normalizando  el statu quo loco  y fabricando apoyo para agendas que lo refuerzan. Esta no es una teorĆ­a de conspiración delirante, es un hecho bien documentado al que  muchos periodistas convencionales han testificado .

Mientras este sea el caso en nuestra sociedad, la democracia no puede existir de ninguna manera significativa. Mientras una alianza suelta de plutócratas y agentes del gobierno puedan manipular consistentemente la forma en que una masa crítica de personas piensa y vota, entonces no se puede decir con razón que las personas estÔn a cargo del destino de su nación. Si la mayoría estÔ constantemente alineada con los plutócratas cuya influencia mediÔtica desmedida les permite dominar la narrativa pública, entonces votar necesariamente refleja la voluntad de esos plutócratas, no de las personas.


Incluso si cambiara todo lo demÔs que estÔ mal en el sistema actual, nada cambiaría si la clase plutocrÔtica conservara su capacidad de manipular la forma en que las personas piensan y votan. Puede arreglar la integridad de las elecciones de basura de Estados Unidos, poner fin a la gerrymandering, incluso sacar dinero de la política, pero mientras la clase plutocrÔtica siga utilizando su riqueza para manipular el pensamiento público en apoyo de sus intereses, las personas seguirían votando de la forma en que son manipuladas. votar.

La manipulación es un ingrediente clave en cualquier relación abusiva a largo plazo, porque las personas no tienden a permanecer en situaciones abusivas a menos que sean manipuladas para hacerlo.  Esto es cierto si se trata de asociaciones romĆ”nticas, gobiernos o estructuras de poder que abarcan todo el mundo. No usamos el poder de nuestros nĆŗmeros para poner fin a esta relación abusiva donde estamos a la antojo de austeridad aplastante, neoliberalismo explotador, guerra interminable y ecocidio rapaz, porque estamos siendo manipulados para quedarnos.

Y, al igual que con cualquier otra relación abusiva, llega el momento de irse antes de que sea demasiado tarde. Ese momento es ahora. Podemos comenzar  expandiendo la conciencia de lo que realmente estĆ” sucediendo , tanto  internamente en nosotros mismos como externamente,  compartiendo información veraz con los demĆ”s. Al hacerlo, tenemos la oportunidad de hacernos imposibles de propagar de manera efectiva y usar nuestra fuerza en nĆŗmeros para forzar un cambio real.

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