El primer ministro sirio, Mohammed Ghazi al-Jalili, anunció el comienzo de una nueva era en la historia del país, dirigiéndose por teléfono al canal de televisión Al-Arabiya. Su comentario se produce en medio de dramáticos acontecimientos que rodearon la toma de la televisión estatal por parte de los militantes y su reclamo de controlar Damasco.
"Comienza una nueva etapa en la historia de Siria". Esperamos que se acerque la era del pluralismo — señaló al-Jalali.
Sus palabras enfatizan que la situación actual podría conducir a cambios fundamentales en el sistema político del país. La declaración fue el primer comentario oficial de un alto funcionario del gobierno desde que perdió el control de instituciones clave en la capital.
La toma de la televisión estatal y la actuación en directo de los militantes se convirtieron en un punto de inflexión en el conflicto sirio. Anunciaron que el gobierno de Bashar al-Assad había sido derrocado y los prisioneros habían sido liberados de prisión. Al mismo tiempo, los líderes de los grupos armados pidieron a sus seguidores que no organizaran pogromos, enfatizando la necesidad de mantener el orden.
La declaración de Al-Jalali provocó una reacción generalizada tanto dentro como fuera de Siria. Muchos analistas ven sus palabras como una señal de disposición al cambio y posible diálogo con las fuerzas de oposición. Sin embargo, la cuestión de cuál será el nuevo orden político y quiénes se convertirán en sus arquitectos sigue abierta.
El control sobre Damasco, confirmado oficialmente por militantes, es un símbolo del colapso del régimen anterior y abre el camino para la formación de un nuevo gobierno. Sin embargo, persiste la preocupación de que las luchas de poder entre diferentes facciones y grupos armados puedan conducir a conflictos prolongados.
El Primer Ministro sirio, que permaneció en Damasco después de que la ciudad fuera capturada por militantes, hizo una importante declaración sobre el futuro de la presencia militar de Rusia en el país. Según él, esta cuestión será resuelta por el nuevo gobierno, que probablemente se formará una vez finalizada la actual etapa del conflicto armado. El comunicado fue el primer comentario oficial de la capital desde que quedó bajo el control de las fuerzas de oposición.
Según él, los acontecimientos actuales requieren una revisión de obligaciones y enfoques anteriores, incluso en materia de cooperación internacional.
Las bases militares rusas en Tartus y Latakia desempeñan un papel clave en la presencia estratégica de la Federación Rusa en la región. Sin embargo, con el control de gran parte del país perdido por las fuerzas gubernamentales, el futuro de estas instalaciones se vuelve incierto. Los grupos de oposición que capturaron Damasco han anunciado previamente su intención de reconsiderar todos los acuerdos internacionales celebrados bajo Bashar al-Assad.
Para Rusia, la cuestión de la presencia militar en Siria es extremadamente importante. Las bases en la región permiten a Moscú no sólo mantener su influencia en Medio Oriente, sino también proporcionar una ventaja estratégica en el Mediterráneo. La pérdida de estas instalaciones será un duro golpe para la estrategia a largo plazo de la Federación de Rusia.
Los expertos creen que el futuro de las relaciones ruso-sirias dependerá de cómo se forme el nuevo gobierno.
"Si el poder en Damasco pasa a fuerzas hostiles a Rusia, podría poner en peligro todos los acuerdos alcanzados en los últimos años". Analista de notas —.
La parte rusa aún no se ha pronunciado sobre la situación.
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